Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares, que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Los antecedentes familiares y los factores de estilo de vida, como el tabaquismo y una dieta poco saludable, son factores de riesgo bien establecidos para las enfermedades cardiovasculares, incluidas las enfermedades coronarias y los accidentes cerebrovasculares.
Además de los antecedentes familiares de ECV, influidos en gran medida por la predisposición genética, también hay pruebas que muestran que la estructura familiar, especialmente el orden de nacimiento, pero no el tamaño de la familia, puede influir en el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, solo unos pocos estudios han analizado el impacto de la estructura familiar en los eventos cardiovasculares no mortales y lo cierto es que una comprensión integral del impacto de la estructura familiar en el riesgo de ECV requiere la inclusión de eventos cardiovasculares fatales y no fatales.
En este sentido, un gran estudio observacional, que involucró a personas de 30 a 58 años en su inicio, muestra ahora que el número de hermanos y el orden de nacimiento pueden influir en el riesgo de eventos cardiovasculares totales durante un periodo de seguimiento de 25 años.
VINCULACIÓN DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR CON EL RIESGO CARDIOVASCULAR
Para obtener información sobre la estructura familiar, los investigadores utilizaron la fuente confiable del Registro Sueco de Generación Múltiple. Este registro incluye registros de padres biológicos de más del 95% de la población nacida después de 1931 y viva en 1961, lo que proporciona un conjunto de datos excepcionalmente grande.
El estudio incluyó datos de 1,36 millones de hombres 1,32 millones de mujeres de 30 a 58 años en 1990. Además, los científicos determinaron el riesgo de eventos cardiovasculares mortales y no mortales, así como la mortalidad total entre estas personas, utilizando datos de registros de muertes e ingresos hospitalarios entre 1990 y 2015.
Factores como el nivel socioeconómico, el nivel educativo, el estado civil y las condiciones médicas, como la diabetes, pueden influir en el riesgo de ECV. Así, el equipo ajustó su análisis para tener en cuenta la influencia de estas variables y tratar de aislar el impacto de la estructura familiar en los eventos cardiovasculares.
IMPACTO POTENCIAL DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR
En términos del tamaño de la familia, los hombres y mujeres con más de un hermano tenían un riesgo menor de muerte que aquellos sin hermanos. Los hombres con uno o dos hermanos tenían un riesgo menor de eventos cardiovasculares que los que no tenían hermanos, mientras que aquellos con cuatro o más hermanos tenían un riesgo más alto.
De manera similar, las mujeres con tres o más hermanos tenían un mayor riesgo de eventos cardiovasculares y las mujeres con dos o más hermanos, tenían un mayor riesgo de eventos coronarios.
En el caso del orden de nacimiento, los primogénitos tenían menor riesgo de eventos cardiovasculares y coronarios que los que nacieron más tarde. Por el contrario, los primogénitos tenían un mayor riesgo de mortalidad general que los segundos hermanos.
Pese a estos datos, es importante tener en cuenta que estos solo muestran una asociación, no una relación de causa y efecto. Además, debido a la falta de datos, los investigadores tampoco pudieron tener en cuenta variables como los procedimientos de diagnóstico, el estado socioeconómico de los padres, el tabaquismo, la dieta y otros factores del estilo de vida que podrían haber incluido en su análisis del riesgo de ECV.