Los ánimos se caldearon con la llegada del gobernador y el intendente a la convocatoria en el Monumento por el crimen de Joaquín. El hermano de la víctima pidió que no haya insultos. Hubo momentos de alta tensión.
El intendente de Rosario Pablo Javkin y el gobernador de la provincia Omar Perotti decidieron ir este miércoles a la noche al Monumento a la Bandera donde una multitud participó de la marcha por seguridad y justicia por el crimen del arquitecto Joaquín Pérez.
Los funcionarios fueron increpados y recibieron muchas quejas indignadas de vecinos que participaban de la movilizaicón.
“Por favor, sin insultos, que sea en paz”, pidió a los gritos Leandro (hermano de Joaquín) cuando un importante grupo de manifestantes increpó al gobernador y al intendente, que intentaban dialogar con la gente. Pero los ánimos no se serenaron. “¡Que se vayan, que se vayan!”, se escuchó a coro.
Leandro, hermano del arquitecto asesinado en Arroyito, agradeció la presencia de las autoridades en el lugar. “Vinieron hasta acá y dieron la cara. Eso es un gesto sabiendo que iban a ser abucheados”, manifestó.
Tanto el gobernador como el intendente quedaron cara a cara en varias oportunidades con los manifestantes, algunos de los cuales eran familiares de víctimas de la inseguridad en Rosario.
No obstante eso, Perotti sentenció: “Hablamos con el intendente, sabíamos adónde veníamos, pero nos habíamos comprometido con la familia a acompañarlos y así lo estamos haciendo”.
Después de algunos minutos, el gobernador debió retirarse del lugar en medio de insultos y de objetos que le arrojaron.