Desde su primera erupción ya emitió 4.990 toneladas de dióxido de azufre a la atmósfera.
La actividad del volcán Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma se ha intensificado con el aumento del caudal de lava de sus coladas, y la emisión de más cenizas a la atmósfera, lo cual ha provocado la suspensión de las clases presenciales en cinco municipios de la isla.
Debido a este incremento, especialmente el de ceniza, el cual ha provocado un aumento en los niveles de dióxido de azufre en el aire, la Consejería de Sanidad recomendó interrumpir la actividad lectiva presencial hasta que las condiciones mejoren.
Ante lo cual la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias decretó la suspensión de clases presenciales a partir de este martes en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Tijarafe y Puntagorda, pasando a tener un carácter virtual.
Este panorama de contaminación atmosférica también llevó a la compañía aérea Binter a paralizar temporalmente sus vuelos con La Palma; en tanto una de las coladas del Cumbre Vieja amenaza con invadir una de las dos carreteras de acceso a Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende detalló que dicha colada se sitúa a unos 200 metros de la vía LP211, con una probabilidad alta de alcanzarla, lo cual representaría una dificultad adicional a las labores de riego, el trabajo de las desaladoras, y el traslado de maquinaria en Puerto Naos.
Por su parte la doctora en Vulcanología del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Alicia Felpeto, alertó sobre la toxicidad de estos gases y explicó que para sufrir sus efectos hay que estar “muy cerca de la colada de lava o de los centros de emisión”.
Pormenorizó la investigadora que “los gases dañinos que desprende el magma son fundamentalmente vapor de agua, aunque también dióxido de carbono, y componentes sulfurados de flúor, cloro y otros gases”, a los que se añaden los piroclastos, que es como se denomina a los fragmentos de magma en suspensión, o cenizas volcánicas.
Gases que entre sus efectos nocivos está la irritación de vías respiratorias y ojos, “pero todo eso depende de la concentración, así que cuanto más cerca estés de la fuente, y cuanto mayor sea el tiempo de exposición más daño puede haber”, subrayó Felpeto.
Desde su entrada en erupción el pasado 19 de septiembre el volcán de La Palma ha arrasado con 975 hectáreas de superficie y devastado 2.574 edificaciones, además de provocar la evacuación de casi 8.000 personas.