La farmacéutica ya está analizando cómo responde su preparado ante a la variante B.1.1529 detectada en Sudáfrica.
Científicos y agencias sanitarias de Sudáfrica confirmaron ayer la detección de nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529, con más de 30 mutaciones, aunque su impacto es aún desconocido.
La nueva variante presenta “una constelación muy inusual de mutaciones”, pero su “significado aún es incierto”, explicó en una rueda de prensa virtual el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP).
En total, hasta ahora, se han confirmado casos de esta variante en Sudáfrica, en Hong Kong (en un viajero procedente de la nación africana) y en la vecina Botsuana, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica.
En total, la B.1.1.529 presenta más de una treintena de mutaciones y algunas de ellas son, según los científicos sudafricanos, motivo de preocupación por su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.
Ante este noticia que ganó rápida difusión en todo el mundo, la farmacéutica Pfizer anunció que tendrá datos sobre la eficacia de su vacuna frente a la nueva variante del COVID-19 en dos semanas. Dijeron en un comunicado que están analizando cómo responde su preparado frente a la variante B.1.1529 detectada en Sudáfrica.
“Esperamos más datos de las pruebas de laboratorio en dos semanas a más tardar. Estos datos proporcionarán más información sobre si B.1.1.529 podría ser una variante de escape que podría requerir un ajuste de nuestra vacuna si la variante se propaga a nivel mundial”, confirmó un portavoz de BioNTech.