La prohibición de comprar en cuotas los pasajes y servicios en el extranjero podrían traer algunos beneficios pero también algunas dificultades para este verano
A horas de comenzar el Black Friday, para el que varias empresas de viajes habían diseñado promociones de cara a la temporada alta de vacaciones, el gobierno nacional anunció que prohibía la venta en cuotas de pasajes al exterior y otros servicios turísticos, como alojamiento y excursiones. ¿Qué lo llevó a tomar esa decisión y qué impacto puede tener?
Sin duda, el primero fue el enojo de las agencias, aerolíneas y plataformas de ventas de pasajes, como también de todos aquellos argentinos que estaban planificando viajar a algún destino foráneo este verano. Si bien esta mañana, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, brindó una conferencia de prensa en la que aseguró que la medida es momentánea y que apunta a fortalecer el consumo y el mercado interno, no se sabe por cuánto tiempo se extenderá.
La economista y docente Carina Farah planteó que la decisión del gobierno nacional responde a la necesidad de cuidar las reservas, ya que se busca balancear el sector turístico. Lo que sucede, explicó, es que los dólares que ingresan con el turismo receptivo terminan en el mercado informal, ya que los viajeros optan por la cotización del blue, mucho más favorable. En cambio, cuando se compra pasajes o servicios al exterior, las divisas salen desde el Central al tipo de cambio oficial.