“Estamos bastante lejos de salir de este escenario de sequía y bajante. Tenemos varios meses por delante para sufrirlo”, expresó el ingeniero del INA, Juan Borus, en Radio EME.
El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que prevalecerá una disminución de los caudales entrantes en el río Paraná, por lo que seguirá en bajante hasta al menos el 28 de febrero próximo.
“Continúa siendo preocupante la situación de la bajante. Es un escenario que venimos afrontando desde hace mucho tiempo. Si la perspectiva climática que tenemos hoy se cumple, serán tres años consecutivos de sequía en la región, y en las bajantes asociadas en todos los ríos de la cuenca”, señaló Juan Borus, subgerente de sistemas de información y alerta hidrológico del INA, en Radio EME.
Además, agregó: “Es una situación que para una cuenca del Plata con buena humedad y disponibilidad de agua, esto que es persistente que tiene un impacto muy severo”.
En tanto, expresó sus perspectivas para el 2022: “Estamos bastante lejos de salir de este escenario de sequía y bajante. Tenemos varios meses por delante para sufrirlo”.
Por otra parte, enumeró las consecuencias que genera la bajante del Paraná en diversos sectores. “Una consecuencia es netamente económica. Condiciona las operaciones portuarias”, mencionó el ingeniero del INA.
También, añadió que podría impactar en un mayor costo del litro de agua para los usuarios: “Otro impacto es que el agua de consumo se capta fluviamente y tiene un costo. Pero en esta situación de persistencia de aguas bajas, el costo es aún mayor. Porque hay que adaptar la estructura de tomas, las bombas y captar el agua en condiciones de calidad menores que lo normal, porque los contaminantes se concentran mayormente en aguas bajas”.
A su vez, sostuvo que el sector pesquero sufrirá un impacto muy severo. Mientras que las áreas productivas tendrán también un panorama complicado a causa de la bajante. “Puede limitarse la captación de agua fluvial para riego en arrozales o explotaciones similares. Para la provincia de Santa Fe ese aspecto perjudicial”, detalló Borus.
Por último, exclamó: “Estamos acostumbrados a que nos sobre el agua. Es la primera vez que se da una bajante tan persistente e intensa como esta. Nos obliga a extremar nuestras herramientas de monitoreo para evaluar el impacto”.