El SMN emitió un alerta por temperaturas extremas y con efectos considerados muy peligrosos para todas las personas, incluso las saludables. Desde la Municipalidad recomiendan no exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas, hidratarse y estar atentos a ciertos síntomas.
El Servicio Meteorológico Nacional publicó un alerta por temperaturas extremas para buena parte de la provincia de Santa Fe, incluida la capital. El nivel es rojo, con efectos altos en la salud, que pueden ser muy peligrosos, afectando a todas las personas, incluso a las saludables.
Ante esta situación, la Municipalidad de Santa Fe brinda recomendaciones sobre cómo prevenir golpes de calor. A modo preventivo, la Dirección de Salud municipal recuerda la importancia de no exponerse al sol directo durante las 10 y las 16 horas, ni de manera prolongada. Además, es menester usar ropa clara y liviana, colocarse protector, permanecer en espacios ventilados o acondicionados y, sobre todo, evitar hacer ejercicio en la hora pico: es totalmente desaconsejable realizar actividad física con una temperatura superior a los 30 grados.
Atentos a los síntomas
El agotamiento por altas temperaturas, que es el estadio previo al golpe de calor, se puede reconocer por una sudoración excesiva. Sed intensa o sequedad de las mucosas, calambres musculares, debilidad y cansancio. Los dolores en la zona abdominal y la falta de apetito son otros de los síntomas que hay que tener en cuenta, como así también las náuseas, los vómitos o los dolores de cabeza.
En el caso de los bebés, se puede detectar por la piel muy irritada o sudor abundante en el cuello, las axilas y el pecho. También se puede evidenciar por la piel pálida y fresca o la irritabilidad plasmada en el llanto incontrolable.
Cuando se da un cuadro de golpe de calor se puede observar la piel roja, caliente y seca. Por otro lado, la respiración y la frecuencia cardíaca se aceleran. Otros síntomas son dolor de cabeza intenso, sensación de mareo, náuseas, vómitos.
Cómo prevenir y qué hacer
Para evitar el golpe de calor es indispensable cuidar la alimentación y la hidratación. En el caso de los lactantes se aconseja amamantar con mayor frecuencia y en el caso de los niños pequeños y los adultos mayores, hay que ofrecer constantemente agua potable o jugos naturales.
En tanto, se desaconseja la ingesta de gaseosas, bebidas con cafeína o alto contenido en azúcares, las comidas con alto valor calórico o las bebidas alcohólicas. Otra acción que hay que evitar es dejar a los niños en habitáculos sin ventilación, como por ejemplo el interior de un auto.
Ante la situación de un golpe de calor, a la persona se la debe posicionar boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado, así como también, quitarle la ropa que no necesite y aflojar la que le oprime. Puede ayudar la colocación de compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten.
En caso de que esté consciente, se le deben ofrecer líquidos como agua segura, de rehidratación oral o bebidas isotónicas. Si está en estado de inconsciencia, es necesario activar de inmediato el sistema de emergencias sanitaria.