Irónicamente, nuestro planeta se llama Tierra, pero más del 70% de la superficie está cubierto por agua. Así que no es sorpresa que muchos fenómenos increíbles ocurran en ríos, lagos y mares.
Tal vez ya hayas visto alguna de las icónicas imágenes que muestran un mar divido a la mitad. De un lado están las aguas de un color azul profundo y del otro, tienen un tono verdoso. Se trata simplemente del lugar donde se encuentran el Océano Atlántico y el Océano Pacífico y lo que hace tan espectacular este encuentro es que sus aguas no llegan a mezclarse.
Aunque pudiera parecer un misterio, en realidad la explicación es bastante simple. Cada cuerpo de agua tiene diferente composición química; la salinidad, densidad e incluso temperatura de uno no son iguales a las del otro; esto evita que sus aguas se combinen.
La imagen resultante es maravillosa, pues parece una eterna lucha entre los dos océanos.
De acuerdo con la oceanografía, este fenómeno se llama haloclina. El término proviene del griego, «halos» que significa «sal» y «klein» que significa «pendiente»; así, una haloclina es una discontinuidad en la salinidad del océano.
El agua con mayor concentración de sal se hunde bajo el agua que es menos salina; entonces, la capa donde estas dos masa de agua se encuentra es la haloclina. La abrupta alteración de la salinidad en el agua da como resultado estos hermosos efectos visuales.
Hay dos tipos de haloclina, la permanente y la efímera. La primera se produce en los lugares donde hay un contacto fijo entre dos cuerpos de agua; como la desembocadura de un río o donde se encuentran los océanos. La segunda ocurre cuando llueve intensamente sobre el mar.
En realidad, las aguas sí se mezclan pero de una manera mucho más lenta que si tuvieran la misma densidad y temperatura. La salinidad evita que la combinación de ambos cuerpos de agua sea inmediata, lo que hace que parezca que están divididos y también por eso podemos observar fácilmente la diferencia de color entre los océanos.
Este fenómeno sin duda es maravilloso de observar y puedes hacerlo frente a la costa de Dinamarca, en el Mar del Norte y el Mar Báltico.