Las altas temperaturas de la última jornada produjeron el deceso de más de 300 personas del sur de Europa. El Reino Unido ya emitió un alerta por la ola de calor que podría avecinarse por estos días. El detalle de los incendios que afectaron a múltiples ciudades.
El sur de Europa vive días trágicos. La ola de calor de los últimos días ya dejó más de 300 muertos en Portugal y España, además de la proliferación de incendios que afectan a las ciudades y zonas rurales de la zona ibérica.
La magnitud de las altas temperaturas es tal que el Reino Unido emitió este viernes por primera vez un alerta roja por la llegada de altas temperaturas este fin de semana.
El Instituto de Salud Carlos III dependiente del Ministerio de Sanidad español indicó que “sólo durante los tres primeros días de la ola de calor -entre el 10 y el 12 de julio- fallecieron 84 personas a consecuencia de los efectos de las temperaturas de récord que se vienen registrando estos días”.
La estadística diaria más alta se registró el último día del relevo -el 12 de julio-, con 41 decesos, lo que supone una tendencia ascendente y dobla prácticamente la suma de la registrada en los dos jornadas anteriores.
La deshidratación, la descompensación o las enfermedades crónicas son algunos de los factores que pueden agravar súbitamente el estado de salud de las personas hasta conducirlas a un fatal desenlace.
Según lo consignado por diversos medios españoles, las temperaturas más extremas podrían empezar a distenderse, pero todas las comunidades peninsulares y baleares continúan en alerta ante los elevados registros que todavía se van a registrar, de hasta 44 grados en algunos lugares.
Numerosas poblaciones españolas -Madrid, Sevilla, Zamora, Orense y otras- han visto los 40 grados, aunque de momento no se ha alcanzado la máxima nacional, que ostenta el municipio de Montoro (Córdoba) desde el verano pasado con 47,2 grados.
A su vez, cientos de personas más fueron evacuadas de sus hogares debido a los los distintos incendios que arrasaron amplias zonas en Francia, España y Portugal el viernes, ante lo que las autoridades europeas han emitido advertencias sanitarias por la ola de calor que se avecina en los próximos días.
Uno de los focos más grandes ocurrió en el suroeste de Francia, con más de 1.000 bomberos, asistidos por hidroaviones, que combaten al fuego que fue avivado por el calor abrasador de jornadas anteriores, unas de las condiciones ideales para la formación de incendios y unos fuertes vientos.