Los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania se mantienen y los industriales hablan de un lapso de cinco años de “oportunidad” para la Argentina.
Según una estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de girasol en el país sería la más importante al menos en la última década. ¿Las razones detrás del fenómeno? Entre los empresarios industriales se animan a hablar de “una oportunidad de 5 años” para la producción de aceite de la oleaginosa, a raíz de las complicaciones de Ucrania para ubicar sus productos en los mercados globales. “En marzo del 2023 seremos sede del Congreso Mundial de aceite de girasol. La oportunidad es enorme. Debemos posicionarnos en la vanguardia”, se animó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
El mes pasado la entidad porteña calculó que el avance de siembra alcanzaría las 2 millones de hectáreas, un área que en esas cifras representa un 19,6% interanual. Sin embargo el entusiasmo dentro del conglomerado de empresarios del sector los lleva a pensar que podría ser más: en el último encuentro de la Asociación del Girasol Argentino (ASAGIR), Idígoras subió ese porcentaje al 25%.
“Hoy empezamos a recuperar un espacio de confianza. Esto es debido a que no hay ningún riesgo de conflicto bélico en nuestra región”, enfatizó.
Los especialistas entienden que los cinco años es el plazo que demoraría Ucrania en volver a generar el volumen de aceite de girasol que elaboraba y movilizaba antes de que Vladimir Putin ordenara la invasión. “Más allá de la eficiencia, lo que importa ahora es brindar un producto trazable y amigable ambientalmente”, expuso.
“Tuvo un crecimiento jamás visto”, se entusiasmó acerca del avance del producto en el primer semestre del año dentro de lo que es todo el complejo agroexportador. “El aceite de girasol lideró el proceso de desarrollo exportador en la primera mitad del 2022, pero podríamos haber hecho mucho más porque, como cadena de valor, no estábamos preparados para dar respuesta a un hecho extraordinario como el ocurrido en Ucrania”, agregó.
Según los empresarios, los pedidos de aceite de girasol argentino en los últimos tiempos crecieron en gran magnitud. Sin embargo los niveles de producción criollos no alcanzaron para fortalecer una oferta que pueda cubrir la nueva demanda.
Por eso es que uno de los pedidos para con los funcionarios de la Casa Rosada tiene que ver con poder “estar a la altura de los acontecimientos” y realizar “mejoras competitivas”. ¿A qué se refieren? A la eliminación de instrumentos como el denominado fideicomiso aceitero.
“Por una situación excepcional y lamentable, tenemos en los próximos años una oportunidad para posicionarnos en el mercado internacional como un gran proveedor de aceite de girasol”, remarcó Idígoras.