Durante este fin de semana largo, la ciudad santafesina registró al menos cinco asesinatos y varias balaceras
Con los crímenes de una joven de 31 años y un adolescente de 14, Rosario sumó otros dos asesinatos durante el fin de semana largo, donde ya hubo un total de cinco entre el viernes y este lunes. En lo que va del año ya se acumulan 180 homicidios dolosos en el departamento Rosario, según datos del Observatorio de Seguridad Pública, integrado por el Ministerio de Seguridad de Santa Fe y el Ministerio Público de la Acusación.
El primero de los dos asesinatos fue en Ayacucho al 6400, en la zona sur de Rosario. La víctima fue Adriano Francisco Rodrigo Palacios, de 14 años, que vivía en una casa de pasillo, hasta la que llegaron dos sicarios en moto, lo llamaron por su nombre y lo mataron a tiros ni bien se asomó por una ventana.
En la escena del homicidio de Palacios había ocho vainas servidas calibre 9 milímetros. Según la información brindada por médicos forenses, uno de los disparos se lo realizaron al chico con el arma apoyada sobre el parietal izquierdo.
Si bien del hecho pasaron pocas horas, por las tareas llevadas a cabo por la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal y el fiscal Ademar Bianchini se pudo conocer que una banda que vende droga en esa zona quería esa casa para usarla como búnker.
El otro crimen fue en la madrugada de este lunes en Gaboto y Camilo Aldao, en barrio Triángulo, en la zona oeste de Rosario, a dos cuadras de las vías del ferrocarril y de Villa Banana. De acuerdo a las primeras informaciones sobre la mecánica, Joana Belén Ortolan estaba en los asientos traseros de un Volkswagen Fox gris que fue atacado a tiros desde, aparentemente, otro auto.
La joven fue trasladada por el Comando Radioeléctrico hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde falleció por un disparo que ingresó por el costado derecho del tórax y salió por la axila izquierda.
Ortolan tuvo que ser llevada por la propia policía, ya que el Fox había recibido tantos tiros que había pinchado al menos uno de sus neumáticos. Por ese motivo, el fiscal Bianchini también ordenó peritar el auto. A su vez, investiga posibles móviles del homicidio, del que por el momento no trascendieron datos.
El fin de semana largo fue sangriento en Rosario, ya que hubo cinco asesinatos y varias balaceras. El primero fue el viernes en Avenida del Rosario al 400 bis, en la zona sur, donde Alejandro Gabriel Ramua, de 22 años, fue acribillado en la puerta de su casa.
El segundo homicidio del fin de semana también tuvo características mafiosas. Alan Agustín Toledo Ferrari, de 19 años, fue maniatado con precintos, baleado en la cabeza y arrojado cerca de un contenedor de residuos de Matienzo y Tucumán, en barrio Ludueña. Del hecho solo trascendió que la víctima había estado involucrada en un ataque a tiros en el barrio este año.
El tercero, y previo a los últimos dos, fue el de Uriel Alejandro Cantero, de 21 años, a quien mataron en Pasaje 1746 al 2100, en barrio Santa Lucía, en la zona oeste. En su caso, fue atacado de seis disparos en inmediaciones a su casa por gatilleros que pasaron en un auto.
Además, este domingo, fue baleado un móvil del Servicio Penitenciario que trasladaba a la Unidad Penitenciaria N° 16 –situada en el límite entre Rosario y Pérez– y resultaron heridos un agente que estaba en el vehículo, con un tiro en el abdomen, y el recluso Osvaldo Maximiliano “Popito” Zalazar, que goza de salidas transitorias.
Zalazar fue atacado por segunda vez en un móvil del Servicio Penitenciario, ya que la anterior vez fue el 21 de marzo de 2017, cuando era trasladado junto a Milton Damario, Facundo “Macaco” Muñoz y Luis “Pollo” Bassi, todos los investigados por el crimen de Claudio Ariel “Pájaro” Cantero, que días después resultaron absueltos por ese homicidio ocurrido en mayo de 2013.
“Popito” se encuentra internado en el Heca con múltiples heridas de arma de fuego, con pronóstico reservado e intubado.
Fuente: Infobae