La Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe emitió un comunicado en base a las escalofriantes cifras publicadas por el Observatorio de Seguridad Pública. Hubo cerca de 100 chicos heridos de arma de fuego en lo que va del año.
La Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe (DNNA) expresó su preocupación por el crecimiento de la violencia armada en contextos urbanos en la región y sobre todo en Rosario y Santa Fe, que afecta la vida de las comunidades en todos los niveles y, en particular, la de niños, niñas y adolescentes.
Según datos del Observatorio de Seguridad Pública de la provincia de Santa Fe hasta el mes de julio del 2022, en la ciudad de Rosario se registraron 446 personas heridas de arma de fuego (85 por ciento varones y 15 mujeres), de las cuales cerca de 100 son niñas, niños y adolescentes (18 son menores de 15 años, y más de 80 tienen entre 15 y 19 años).
Asimismo estimaron que entre enero y agosto se produjeron 179 muertes violentas (153 en la ciudad cabecera) en el departamento Rosario, de las cuales 39 corresponden a niñas, niños y adolescentes.
Desde DNNA advirtieron que “las infancias y juventudes sufren cada vez más los efectos de las violencias provocadas en contextos urbanos. Además de ser víctimas letales, niñas, niños y adolescentes atraviesan el crimen violento de padres, madres y otros familiares a causa de esta problemática, como también el desplazamiento obligado y bajo amenaza de sus centros de convivencia”.
“Es así -añadieron- que niñas, niños y adolescentes se ven insertos en contextos de violencia generalizada que cercenan el uso libre del espacio público de los barrios que habitan, muchas veces apropiado por economías delictivas e ilegales en detrimento de la presencia estatal”. Por lo tanto plantearon que “como Estado tenemos la obligación de contrarrestar la naturalización de los hechos de violencia que se repiten en la vida cotidiana de ciudadanas y ciudadanos”.
Para DNNA, se trata de una problemática coyuntural. “Si bien es necesario preguntarse sobre los paradigmas actuales de seguridad y el rol de la institución policial, las teorías explicativas sobre las diferentes formas de delito y la situación en las cárceles. También, es importante discutir la distribución del ingreso, el acceso a la vivienda y a servicios públicos como educación, salud, transporte y acceso al agua”, puntualizaron.
Y evaluaron que “las violencias se inscriben además en un contexto económico, social, educativo, cultural y ambiental adverso, que intensifica el repensar el concepto de sectores vulnerables”.
Según estudio de Unicef en la Argentina, el 48 por ciento de los niños, niñas y adolescentes es pobre. El relevamiento mide la pobreza multidimensional, una metodología que toma en cuenta diferentes dimensiones desde el acceso a una vivienda adecuada de los niños y niñas hasta la escolaridad. De ese 48 por ciento, 20 puntos porcentuales corresponden a privaciones “severas” como vivir en una zona inundable y cerca de un basural o no haber ido nunca a la escuela entre los 7 y los 17 años.
“Es necesario pensar en clave propositiva para avanzar en reflexiones que den cuenta de la complejidad en el entramado social y del problema de la seguridad como prioritario en las agendas de todos los niveles, sectores y poderes del Estado y nuestra institución tiene mucho para aportar, como lo vino haciendo a través de las recomendaciones a los poderes públicos, reforzando la gobernanza en la gestión”, comunicaron desde la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe (DNNA).
“Como organismo estatal de derechos humanos es responsabilidad de esta Defensoría poner en agenda esta situación y contribuir al diseño de políticas públicas que favorezcan a la convivencia ciudadana y que tengan como eje vertebral el derecho a una vida digna para las infancias, las adolescencias y las juventudes, mejorando la calidad de vida en el entorno y crear valor público”, concluyeron.