El sospechoso fue detenido días atrás acusado por dos homicidios, en un presunto contexto narco.
Un chatarrero de 23 años que se declaró analfabeto quedó con prisión preventiva como acusado de haber cometido junto a otros cómplices dos homicidios con cuatro días de diferencia, en un presunto contexto narco, en la ciudad santafesina de Rosario, informaron fuentes judiciales.
El sospechoso fue detenido días atrás mientras caminaba junto a otra personas con una motocicleta robada, hecho por el que también fue imputado.
En total, la fiscal Gisela Paolicelli lo acusó de los delitos de homicidio, encubrimiento, portación ilegítima de arma y robo, señalaron los informantes.
Para la fiscalía, el detenido Isaías Ezequiel Pereyra es coautor de los homicidios de Brisa Maiten Brest (22) y de Cristina Ramona Fernández (40), ocurridos el 26 y el 30 de julio últimos, respectivamente.
Según expuso en la audiencia, cerca de las 20 del 26 de julio pasado “Brest se dirigía al kiosco junto a su hijo menor de edad y su pareja Héctor, cuando en un momento decide regresar a la vivienda junto a su hijo para buscarle un abrigo”.
La fiscal afirmó que la mujer fue interceptada por el imputado, quien se desplazaba en una motocicleta roja junto a otra persona aún no identificada, y “sin mediar palabra dispara en al menos cuatro oportunidades” contra ella, causándole la muerte.
La joven, que falleció delante de su hijo, era hija de una mujer sindicada como presunta vendedora de drogas en el barrio “Los Pumitas”.
De acuerdo a la investigación, la joven asesinada también habría participado de una trama de narcomenudeo en ese barrio popular atravesado por la pobreza extrema.
Mientras que el crimen de Fernández, alias “La Gringa”, fue cometido cuatro días antes en Pasaje San José y Ottone.
Según la fiscal, el chatarrero “junto a por lo menos otro hombre más, aún sin identificar, circulaban por dicha zona a bordo de un automóvil Peugeot 206 o 207, cuando al llegar al pasillo ubicado frente a una cancha de fútbol” dispararon “tres veces con un arma de fuego calibre nueve milímetros” contra la víctima.
Voceros del caso también relacionaron a Fernández con la venta de estupefacientes al menudeo con fines de subsistencia.
Finalmente, Paolicelli también imputó al chatarrero de dos robos, encubrimiento y portación sin autorización de las armas utilizadas en ambos crímenes, dijeron las fuentes.
Por su parte, la jueza Rosana Carrara, que presidió la audiencia, aceptó la imputación fiscal y dictó prisión efectiva por el plazo de dos años para el acusado.
Fuente: Telám