La crisis climática se hace cada vez más evidente y en ciertos grupos vulnerables puede afectar la salud física y mental. Este fenómeno ya llamó la atención de la OMS.
El cambio climático, el calentamiento global y las constantes noticias sobre los daños al planeta dejan su huella no sólo en el bienestar físico de las personas, sino también en el mental. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre la ecoansiedad, un fenómeno que tiene como grupo vulnerable a los jóvenes.
En concreto, se utiliza el término ecoansiedad para hacer referencia a la condición de ciertas personas que sienten un temor constante a un cataclismo ambiental. Este término es relativamente nuevo –sus primeras apariciones fueron a finales de la década de 1990– y cobró más notoriedad durante la pandemia.
La llamada ecoansiedad, por ahora, no es considerada como una enfermedad por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA). Sin embargo, la entidad reconoce que el cuadro derivado de la “preocupación por el propio futuro y el de las próximas generaciones” está en ascenso.
Los síntomas son similares a las respuestas orgánicas frente a la ansiedad, es decir, taquicardia, sensación de ahogo y dificultad para respirar. A la vez, se manifiesta en pensamientos y rumiaciones, acompañada de la lectura compulsiva de noticias sobre la crisis climática y la necesidad constante de hablar del tema.
Fuente: Télam