La fallecida presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo descansará en el mismo lugar que Azucena Villaflor, fundadora de aquel primer grupo de mujeres que se alzó contra la dictadura.
Los restos de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien falleció a los 93 años, serán cremados y sus cenizas serán ubicadas en el mítico espacio verde ubicado frente a la Casa Rosada, por pedido expreso de la propia referente de los derechos humanos.
Murió Hebe de Bonafini, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo
“Informamos que por pedido de la propia Hebe, sus cenizas descansarán en la Plaza de Mayo”, indicó la organización que lideraba la platense desde hacía más de cuatro décadas.
Según señalaron a través de su cuenta de Twitter, en el transcurso de los días brindarán más detalles sobre la ceremonia de despedida de Bonafini.
“Nos enseñaste a caminar, ahora nosotrxs seguiremos tus pasos. #HebeEterna”, concluyó la publicación en redes sociales.
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La Plaza de Mayo ya guarda los restos de otra referentes de las Madres: Azucena Villaflor, una de las fundadoras de aquel grupo de mujeres que se alzó contra la dictadura y reclamó a viva voz por la aparición de sus hijos.
Villaflor era la madre de Néstor De Vincenti, quien fue detenido-desaparecido el 13 de Noviembre de 1976 cuando fue a visitar a su novia, Raquel Magnin, quien también fue secuestrada en el mismo operativo represivo.
La fundadora de Madres de Plaza de Mayo fue secuestrada el 10 de diciembre de 1977 y trasladada a la ESMA, para luego ser arrojada en uno de los vuelos de la muerte.
Su cuerpo sin vida apareció en la Costa bonaerense y fue enterrado como NN en el Cementerio de General Lavalle: en 2005, luego de que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificara sus restos, las cenizas de Villaflor fueron enterradas en la Plaza de Mayo.
“Creadora de Madres, detenida y desaparecida buscando a su hijo Néstor y a los treinta mil secuestrados. Fue mantenida en cautiverio en la ESMA y arrojada viva al mar. Juicio y castigo a los culpables”, reza la placa colocada en aquella jornada de 2005.