Miembros del equipo económico viajarán mañana a Washington, Estados Unidos. Será para mantener una serie de reuniones con el staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI). Es con el objetivo de avanzar en la reformulación del acuerdo de Facilidades Extendidas en curso.
La comitiva estará encabezada por el viceministro, Gabriel Rubinstein, el jefe de Asesores, Leonardo Madcur y el titular del INDEC, Marco Lavagna. Luego de varios días de silencio, el organismo admitió conversaciones con la Argentina y que “avanzan de manera constructiva”.
La comunicación se conoció luego que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció a través de redes sociales que intervendría en el mercado de cambios. Así incumple con uno de los puntos centrales del convenio.
Al mismo tiempo la vicepresidenta, Cristina Fernández, hablará en un acto en el que cuestionará abiertamente la política del FMI. El programa entró en colapso por el impacto de la sequía, que le resta US$20 mil millones a la economía en general. Así le impide al Banco Central contar con las reservas necesarias para financiar las importaciones.
De allí que la máxima aspiración del Gobierno es que la recalibración del acuerdo le permita obtener fondos frescos y armar un puente hasta las próximas elecciones.
El ex Director del FMI, Alejandro Werner, consideró que es muy poco probable que el organismo acceda a financiar este momento de la Argentina ante la fragilidad económica y con un gobierno de destino incierto en las próximas elecciones.
En lo que respecta a las metas, Argentina incumplió dos de los tres postulados más importantes del acuerdo.
El déficit fiscal fue de $ 680 mil millones, un 56% por encima del techo de $430 mil millones firmado. Asimismo, tampoco cumplió con la meta de acumulación de reservas de US$1.900 millones.
Los números no hacen más que confirmar del derrotero de la economía, que en sólo un mes de los últimos cinco mostró crecimiento.
Uno de los puntos en discusión es el flujo de fondos netos de 2023 entre la Argentina y el FMI.
De acuerdo a lo establecido, en 2022 ese “ida y vuelta” de dinero dejó un saldo a favor del país de US$5.000 millones, que se revertía este año para pasar a ser negativo en US$3.000 millones.
La renegociación buscará revertir esta situación, pero de todas maneras no solucionará el problema de fondo que es el acceso a billetes frescos.
En paralelo, Massa intentará buscar nuevas líneas de crédito de otros organismos de crédito, aunque esa capacidad parece agotada.
Fuente: NA