Las reparaciones profundas en el asfalto continúan brindando soluciones a problemas históricos. En esta oportunidad, trabajadores municipales reparan la carpeta asfáltica de Vélez Sarsfield, Ángel Cassanello y Castelli. Dichas obras son parte de los ocho frentes que se encuentran abiertos actualmente, en el marco del Plan de Bacheo 2023.
El director de Gestión Urbana municipal, Matías Pons Estel, detalló que “seguimos avanzando en toda la ciudad, en este caso, en una intersección que forma parte de los lugares con baches históricos”. Según explicó, en este sector fue necesario un trabajo de bacheo en profundidad, en una arteria muy utilizada para transitar la ciudad de norte a sur”.
Es importante destacar que estas tareas se realizan con equipos municipales. En este caso, se completan sobre calle Vélez Sarsfield, una mano a la vez para evitar el corte de la circulación vehicular. En esta primera etapa, la Municipalidad comenzó por las calles principales de penetración “que evidenciaban situaciones críticas y de larga data”, indicó el funcionario.
En consonancia, describió el “trabajo en profundidad que se hace, que incluye recuperación del suelo con material RDC y cemento para volver a reconstruir íntegramente la carpeta que, en este caso, es de hormigón. Estas obras aseguran la durabilidad y las buenas condiciones de estas arterias; si bien demandan muchas horas-hombre y un intenso uso de la maquinaria, son la solución definitiva para este tipo de problemas”, afirmó.
“Además, ya empezamos las intervenciones en otra de las calles importantes de Guadalupe central, que es calle Castelli. En total son unos 400 metros en esta etapa, pero trabajaremos en todo el barrio durante 45 días”, mencionó Pons Estel.
En cuanto a los sectores de Santa Fe Capital donde se realizan intervenciones similares, el director mencionó que se trabaja en el sur de la ciudad, sobre Gobernador Freyre; en el macrocentro, sobre avenida Freyre y Obispo Gelabert; en barrio El Pozo; y sobre Salvador del Carril, entre otros puntos.
Bacheo profundo
Hasta hace poco tiempo era habitual ver que se tapaba un bache y a los pocos meses se volvía a formar. El bacheo profundo soluciona ese inconveniente y hace que el trabajo realizado perdure.
Para resolver esta modalidad de obra, la Municipalidad realizó un relevamiento, con el objeto de definir las causas de los diferentes tipos de baches, pero también los criterios de trabajo que debían aplicarse. En ese marco, el bacheo profundo significa llegar al suelo firme y para eso es necesario romper grandes capas de hormigón para sanear toda la base.
Una de las situaciones más recurrentes que encuentran las cuadrillas está signada por la pérdida de los conductos de agua, lo que afecta seriamente los trabajos. Anteriormente, el hormigón se asentaba con arena, por lo que en contacto con el agua, generaba movimientos diferenciales que desestabilizan el material, produciendo el bache.
La actual gestión municipal dejó de utilizar arena y todo el Plan de Bacheo se encaró con Relleno de Densidad Controlado (RDC). Pons Estel consignó que “ese material permite tener una base de calidad uniforme, de fisuras nulas y mayor trabajabilidad en obra”. Si bien indicó que es más costoso, porque hay casos en los que se debe cavar hasta un metro de profundidad para reconstruir el suelo de tierra, afirmó que sigue realizándose porque permite obtener resultados óptimos.
Esta es una situación observada y celebrada por vecinos y vecinas, en cada uno de los lugares donde se completan estas tareas, Santos Stancato, trabajador de una industria de barrio Guadalupe, reconoció que “estas obras son muy importantes porque nos permiten entrar y salir con los camiones de manera adecuada”. Además, remarcó la importancia de que este bacheo perdure: “La calle estaba en muy mal estado y nunca se había hecho ningún arreglo. Hacía falta este trabajo y vemos que los obreros avanzan con rapidez, así que esperemos que terminen en breve”.
