Científicos de la Universidad de Stanford detectaron un nuevo subtipo de depresión que podría afectar hasta una cuarta parte de todos los pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM). Los hallazgos ayudan a explicar por qué los tratamientos farmacológicos más populares para la depresión no siempre son efectivos.
El nuevo subtipo es único porque está marcado por déficits cognitivos en la atención, la memoria y el autocontrol. Estos síntomas con frecuencia no se alivian con antidepresivos que se dirigen a la serotonina. Los investigadores se refieren al subtipo recientemente identificado como el “subtipo cognitivo”.
En un ensayo clínico aleatorizado que involucró a más de 700 adultos, los investigadores de Stanford, con un colega de la Universidad de Sydney en Australia, encontraron que el 27 por ciento de los pacientes con TDM se desempeñaron peor en tareas cognitivas. También tuvieron una peor respuesta a los tratamientos farmacológicos estándar.
Si ese porcentaje se aplica a la población estadounidense, entonces alrededor de 5,7 millones de pacientes podrían tener esta versión de la depresión.
Tratamientos más específicos para la depresión
Dado el tamaño de esa cohorte potencial, la científica conductual Laura Hack y sus colegas argumentan que se necesitan urgentemente tratamientos más específicos para la depresión.
“Para una minoría sustancial de pacientes deprimidos, es necesario mejorar la cognición para elevar el estado de ánimo”, escriben.
Según los autores, este es el primer “biotipo cognitivo de depresión clínicamente procesable” que se ha encontrado, y sus hallazgos sugieren que una pérdida en el poder cerebral no siempre es una consecuencia de la depresión. También podría ser un impulsor de la misma.
En 2014, un estudio previo en Stanford que involucró a algunos de los mismos investigadores encontró que una cuarta parte de los pacientes deprimidos mostró deficiencias significativas en las pruebas cognitivas, incluso después de recibir tratamiento antidepresivo.
En 2020, los investigadores siguieron con un estudio de imágenes cerebrales que encontró que los cambios en el circuito de control cognitivo de un paciente pueden ayudar a predecir su respuesta a los tratamientos antidepresivos. Ahora, los investigadores han intentado explorar este nuevo subtipo aún más.
Antes del ensayo, los participantes fueron encuestados y evaluados clínicamente sobre su estado de depresión. También realizaron pruebas de memoria verbal, memoria de trabajo, velocidad de decisión y atención sostenida.
Ocho semanas después de haber comenzado el tratamiento con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), se realizaron nuevamente las mismas encuestas y evaluaciones.
De los 712 participantes con TDM que completaron el ensayo clínico, solo 96 tuvieron sus cerebros fotografiados en pruebas adicionales. Durante la resonancia magnética funcional, estos pacientes realizaron una tarea cognitiva diseñada para medir la atención y la impulsividad.
La tarea consiste esencialmente en que los pacientes presionen rápidamente un botón cuando ven un ‘Go’ verde en una pantalla y otro botón cuando ven un ‘No Go’ rojo en la pantalla.
Durante la tarea, los pacientes con TDM con un procesamiento de información más lento, peores problemas de sueño y una inhibición de respuesta más pobre tendían a mostrar una activación reducida en su corteza prefrontal y corteza cerebral.
Esto indica “un proceso mecanicista neuronal distinto subyacente a este biotipo”, argumentan los autores, ya que estas partes del cerebro están muy involucradas en funciones ejecutivas como planificar con anticipación, cumplir objetivos y atención sostenida.
Además, los algoritmos de aprendizaje automático encontraron que el alcance del deterioro cognitivo de un paciente estaba relacionado con el alcance de sus síntomas de depresión y su mejora después del tratamiento.
“Este estudio es crucial porque los psiquiatras tienen pocas herramientas de medición de la depresión para ayudar a tomar decisiones de tratamiento”, explica Hack. “Se trata principalmente de hacer observaciones y medidas de autoinforme. Las imágenes mientras se realizan tareas cognitivas son bastante novedosas en los estudios de tratamiento de la depresión”, agregó.
Pero las imágenes para este tipo de depresión en un entorno clínico solo son realmente útiles si sabemos cómo tratarla.
Hay más de una docena de subtipos de depresión
Hoy, la depresión se divide en poco más de una docena de subtipos. Sin embargo, los tratamientos siguen siendo en gran medida uniformes y muchas veces ineficaces.
El equipo señala que aunque descartaron ciertos trastornos y factores que podrían afectar el deterioro cognitivo, puede haber otros factores conductuales o neurobiológicos que contribuyan a este biotipo cognitivo, y debemos ser cautelosos al generalizar sus hallazgos.
Hack espera realizar más investigaciones para determinar si el enfoque se aplica a otros antidepresivos y métodos de tratamiento.
Fuente> TN