El Palacio Barolo fue inaugurado el 7 de julio de 1923, hace hoy 100 años. Ubicado sobre la icónica Avenida de Mayo al 1370, hasta 1930 estuvo considerado como el edificio más alto de la Argentina y de Sudamérica, y en 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Este palacio de estilo neogótico, que se se encuadra en líneas generales con el art noveau, fue construido por el arquitecto Mario Palanti y el empresario Luis Barolo, ambos inmigrantes italianos fanáticos de Dante Alighieri, quienes se dedicaron a realizarle un homenaje al famoso al “poeta supremo” con muchas analogías y referencias a La Divina Comedia.
El Palacio Barolo tiene una división general que sigue la estructura de esta famosa obra literaria y por esa razón tiene tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo, cuyo faro representa al Empíreo, el punto más alto del cielo que está considerad como la “luz divina”.
La planta baja y los dos subsuelos representan al Infierno, la figura del Purgatorio aparece desde el primer piso hasta el 14 y cada dos pisos se representa a uno de los siete pecados capitales, mientras que El Paraíso aparece desde el piso 14 al 22. Además de todas estas atracciones el Palacio Barolo cuenta con un bar que tiene una gran vista panorámica sobre la ciudad y también una librería. Se suelen armar visitas guiadas y se pueden consultar los días y horarios en el sitio web oficial.
Radio EME dialogó con Miqueas Thärigen, directivo de la fundación Los Amigos del Barolo: “Se terminó en 1923, pero arrancó a construirse 1919, solo tardó cuatro años. En ese momento Argentina era el sexto país más poderoso del mundo, había muy buena mano de obra y predisposición. Todos los materiales fueron importados de Europa. El encargado fue el arquitecto Mario Palanti que se conoce con Luis Barolo en el centenario de la Revolución de Mayo”.