Este fin de semana y por orden de la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Jorgelina Monserferro, policías de la Comisaría 8° del barrio de Guadalupe, fueron a buscar al perro que mordió a una nena de un año en la noche del viernes en calle Riobamba al 8200, del barrio Playa Norte, y lo secuestraron.
Lo colocaron dentro de una jaula y quedó alojado en el edificio policial, hasta que la justicia resuelva la situación del animal. Policías de la misma seccional intentaron ubicar al dueño del animal tal como lo habían hecho el viernes a la noche.
Sin embargo, cuando los vecinos de Playa Norte fueron entrevistados por los policías, ninguno de ellos se hizo cargo de la propiedad y de la custodia del perro.
Les dijeron a los oficiales que en realidad ese perro es mantenido por todos los vecinos desde hace unos meses, cuando apareció. Señalaron que lo llaman “Comisario”, porque es muy cuidador, pero nadie se hizo cargo de ser el dueño del animal.