El ministro de Economía Sergio Massa, ultima los detalles para dar a conocer una serie de medidas para paliar los efectos de la inflación que disparó la devaluación exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde el equipo económico se analizaban los aspectos finales de un paquete que será comunicado en forma escalonada y con el fin de abarcar a la mayor cantidad de sectores posibles.
También resta definir la forma en que serán comunicadas, dado el carácter de candidato a presidente del Ministro de Economía.
Sin dudas uno de los puntos centrales es la posible decisión de dictar un decreto que obligue el pago de una suma fija a trabajadores asalariados.
En las últimas horas, una serie de gremios importantes acordaron incrementos salariales del orden de 60% para los próximos seis meses y en consecuencia habrá que ver cómo se combinan ambos ajustes.
La clave en esta política es buscar algún canal de transmisión para que el auxilio llegue de algún modo a aquellos trabajadores que no están formalizados.
Los gremios resistían la medida para no ver acotado su poder de negociación en las paritarias, mientras que gobernadores e intendentes también ponían un asterisco dada la situación de sus cuentas públicas.
Por otro lado, siguen en la mesa de debates medidas de alivio fiscal para pequeñas y medianas empresas y la oferta de créditos blandos por parte de bancos oficiales que ayuden a las compañías a financiar la mejora de salarios de los trabajadores.
Massa culpó del desborde inflacionario a la exigencia del FMI de aplicar una devaluación para cerrar la brecha cambiaria que inmediatamente se trasladó a precios.
Según consultoras privadas la inflación de alimentos de agosto supera largamente los dos dígitos y la inercia se extenderá a septiembre, con lo cual es clave la ayuda que pueda otorgarse para auxiliar a los bolsillos de las familias.
Fuente: NA