Un fuerte terremoto en Marruecos ha causado más de 800 muertos y centenares de heridos, destruyó edificios y obligó a los habitantes de las principales ciudades a abandonar precipitadamente sus hogares, en el que ha sido el sismo más mortífero desde al menos 2004.
El movimiento, de magnitud 7,2, sacudió el Alto Atlas marroquí a última hora de la noche del viernes.
El Ministerio del Interior informó de que 820 personas habían muerto y otras 672 habían resultado heridas, en un balance actualizado de víctimas. Un funcionario local dijo que la mayoría de las muertes había ocurrido en zonas montañosas de difícil acceso.
En Marrakech, la ciudad más cercana al epicentro, donde los residentes pasaron la noche a la intemperie, temerosos de volver a casa, el minarete de una mezquita cayó en la plaza Jemaa al-Fna, el corazón del casco antiguo, que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.
“Todo es por la voluntad de Dios, pero hemos sufrido grandes daños”, dijo Miloud Skrout, un residente.
Unas 150 personas, en especial familiares de los heridos, esperaban a las puertas de un hospital local. La mayoría procedían de zonas montañosas de las afueras de la ciudad, ya que los locales carecen de capacidad para tratar heridos graves.
Daños en una antigua mezquita en la histórica ciudad de Marrakech. Foto: REUTERS/Abdelhak Balhaki
“Todavía no puedo dormir en casa por la conmoción y también porque el casco antiguo está formado por casas viejas. Si se cae una, se derrumban las demás”, dijo dijo Jaouhari Mohamed, un residente, que describió escenas desesperadas mientras la gente huía en busca de refugio.
La televisión local mostró imágenes de escombros sobre coches destrozados.
El Ministerio del Interior instó a la calma y dijo en un comunicado televisado que el sismo había sacudido las provincias de Al Haouz, Ouarzazate, Marrakech, Azilal, Chichaoua y Taroudant.
Montasir Itri, residente de la aldea montañosa de Asni, cerca del epicentro, dijo que la mayoría de las casas habían sufrido daños. “Nuestros vecinos están bajo los escombros y la gente está trabajando duro para rescatarlos utilizando los medios disponibles en el pueblo”, dijo. Más al oeste, cerca de Taroudant, el profesor Hamid Afkar dijo que había huido de su casa y que sintió las réplicas. “La tierra tembló durante unos 20 segundos. Las puertas se abrieron y cerraron solas cuando bajé corriendo desde el segundo piso”, dijo.
Según el Centro Geofísico de Marruecos, el sismo ocurrió poco después de las 23.00 horas (22.00 GMT) en la zona de Ighil, en el Alto Atlas.
Fue el más mortífero de Marruecos desde 1960, cuando se calcula que un temblor mató al menos a 12.000 personas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Ighil, una zona montañosa con pequeños pueblos agrícolas, está a unos 70 kilómetros al suroeste de Marrakech.
La televisión española RTVE informó de que se sintieron temblores en Huelva y Jaén, en la región española de Andalucía.
Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al Gobierno marroquí en “sus esfuerzos para asistir a la población afectada”, dijo el portavoz de la ONU Stephane Dujarric en un comunicado.
Gobiernos de todo el mundo expresaron su solidaridad y ofrecieron ayuda.
Marrakech acogerá a principios de octubre las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Daños en Marrakech
En Marrakech, algunas casas del apretado casco antiguo se habían derrumbado y la gente trabajaba sin descanso para retirar los escombros a mano mientras esperaban la llegada de equipos pesados, dijo el residente Id Waaziz Hassan.
Imágenes de la muralla medieval de la ciudad mostraban grandes grietas en una sección y partes caídas, con escombros esparcidos por la calle.
Otro residente de Marrakech, Brahim Himmi, dijo que vio ambulancias saliendo del casco antiguo y muchas fachadas de edificios dañadas. Dijo que la gente estaba asustada y se quedaba fuera por si se producía otro terremoto.
“La lámpara de araña se cayó del techo y salí corriendo. Sigo en la calle con mis hijos y tenemos miedo”, dijo Houda Hafsi, de 43 años, en Marrakech.
Otra mujer, Dalila Fahem, dijo que había grietas en su casa y daños en los muebles. “Afortunadamente, aún no me había ido a dormir”, dijo.
Los habitantes de la capital, Rabat, a unos 350 kilómetros al norte de Ighil, y de la ciudad costera de Imsouane, a unos 180 kilómetros al oeste, también huyeron de sus casas por temor a un sismo más fuerte, según testigos de Reuters.
En Casablanca, a unos 250 kilómetros al norte de Ighil, la gente que pasó la noche en la calle estaba demasiado asustada para volver a sus casas.
Los vídeos compartidos en las redes sociales de los momentos inmediatamente posteriores al sismo, que Reuters no ha podido verificar de momento, mostraban a personas que salían corriendo temerosas de un centro comercial, restaurantes y edificios de apartamentos y se congregaban en el exterior.