El legislador ingresó este jueves una nota dirigida a la Presidencia de la Cámara Alta requiriendo que sus pares lo liberen de su inmunidad de proceso para poder declarar en la Justicia.
El senador Armando Traferri ingresó este jueves en la Cámara de Senadores de la provincia de Santa Fe un nota solicitando al Cuerpo que le dé autorización para poder presentarse a declarar y demostrar su inocencia ante la Justicia la falsedad de las acusaciones en su contra en el marco de la denominada causa de juego clandestino.
“Hace casi tres años que sufro una persecución política-judicial, en el marco de lo que fue y es uno de los sucesos más vergonzantes de nuestra historia provincial: funcionarios de los más altos rangos del Poder Ejecutivo y del Ministerio Público de la Acusación montaron un aparato de inteligencia ilegal para disciplinar a quienes no hacían lo que ellos querían o dictaminaban. Y en mi caso particular, para desprestigiarme a través de operaciones en medios de comunicación. Me dedicaron muchísimos artículos periodísticos, horas de radio y televisión. Pero no les sirvió de nada. La opinión pública le ganó a la opinión publicada”, dijo Traferri en un duro discurso que brindó en el recinto.
Como se sabe, Traferri fue acusado de recibir coimas para favorecer un negocio impulsado por el capitalista de juego clandestino Leonardo Peiti, para que en Santa Fe se permita el juego virtual.
El legislador no aceptó declarar en calidad de imputado, aunque antes concurrió a una audiencia con ambos fiscales que lo impusieron de las sospechas en su contra
Cuando Eddery y Schiappa Pietra intentaron imputarlo se dirigieron a la Cámara de Senadores para pedir su desafuero.
En diciembre de 2020, el cuerpo respaldó al jefe del bloque Juan Domingo Perón por una mayoría calificada y desde entonces la causa en su contra no pudo avanzar.
Hoy, Traferri recordó que en los últimos años presentó “pruebas de las numerosas irregularidades cometidas por los fiscales en el marco de ese proceso”.
“En un primer momento, me puse a disposición de los fiscales para aclarar lo que entendía que podía ser algún malentendido o error. Pero fueron ellos quienes no quisieron tomarme testimonio. Con el correr de los días fui notando que había algo más detrás de la acusación. Pero no lograba realmente entender hasta dónde llegaba la trama”, añadió Traferri.
Allí también recordó que en los últimos años presentó “pruebas de las numerosas irregularidades cometidas por los fiscales en el marco de ese proceso”.
El senador sanlorencino explicó: “Luego, con el estallido en la provincia de lo que se conoce como causa de Espionaje Ilegal pude finalmente empezar a atar cabos y comprender de manera cabal la estructura y las motivaciones detrás de las imputaciones en mi contra. De hecho, el fiscal que lleva causa del Espionaje confirmó mi condición de víctima, por lo que pude acceder a la gran cantidad de evidencia que demuestra el sistema de inteligencia ilegal montado en nuestra provincia, algo inédito en democracia y que debería llamarnos a todos a una profunda reflexión respecto del futuro institucional de Santa Fe”.
“Ya con toda esa información sentía que estaba preparado para contar mi verdad. Pero se acercaba en nuestra provincia de Santa Fe un proceso eleccionario. Siempre he sido muy respetuoso de la vida democrática, por lo que tomé la decisión de no adoptar ninguna medida que pudiera interferir con ella”, indicó.
En este contexto, el senador aseguró que “ahora, con las elecciones ya culminadas, entiendo que es el momento de pedirles a ustedes senadores, mis pares, que me liberen de mis fueros de proceso y me permitan presentarme en la Justicia, no sólo para demostrar mi inocencia, sino también para poner en evidencia a aquellos que deberían habernos estado cuidando y, en cambio, estaban destinando su tiempo, recursos humanos y hasta dinero de los fondos reservados del Ministerio de Seguridad para espiar a dirigentes políticos, a armar causas y carpetazos para disciplinar”.
“De la evidencia recogida, surge que en la provincia de Santa Fe se montó un aparato de espionaje ilegal, una asociación ilícita con roles bien definidos que involucró a funcionarios del Ministerio de Seguridad y del Ministerio Público de la Acusación. Este verdadero grupo de tareas me tenía entre sus objetivos. Pero también a otros dirigentes. Incluso el hoy gobernador electo de la provincia, Maximiliano Pullaro, era uno de los blancos de esta asociación, según se desprende de las pruebas”, advirtió
“La organización para espiar ilegalmente a objetivos establecidos y armarles causas llegó a tal nivel que el entonces ministro de Seguridad designó a una persona de su confianza para que trabajase dentro del MPA analizando la información recogida y reportando directamente a él. Esto debería ser realmente un escándalo. Había comunicación fluida con fiscales que reportaban directamente al entonces ministro y a su equipo de trabajo, según surge de los peritajes a sus dispositivos electrónicos, abundó el senador.