La falta de dólares en el Banco Central y la consecuente falta de autorización de pagos al exterior amenaza con crear un nuevo problema por la módica suma de 21 millones de dólares. Peligra el abastecimiento de las bananas y consecuentemente estamos frente a un posible aumento de precio.
El congelamiento de los pagos al exterior hace imposible a los importadores argentinos pagarle a los productores de Paraguay (US$ 9 millones ) y Bolivia (US$ 12 millones), quienes llevaron adelante protestas frente a las embajadas argentinas en los respectivos países. Por su parte Ecuador, el principal proveedor del fruto, también vio ralentizado los pagos.
Primero fueron los repuestos y peligró la producción de Vaca Muerta, hace unos diez días los prestadores de salud alertando por la falta de insumos médicos, luego los combustibles con la falta de dólares para pagar los barcos de gasoil, y ahora corre riesgo la provisión de bananas.
Según el sistema de importaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria dependiente del Senasa, en lo que va del año la Argentina importó 407.470 toneladas de bananas. El 50% proviene de Ecuador (205.564 t), el 24% de Bolivia (98.674 t) y el 19% de Paraguay.
Es decir, que cuatro de cada diez bananas que se importan vienen de dos proveedores con los que estamos en conflicto y amenazan con no despachar más camiones. Según fuentes del sector, si el problema de la importación persiste, en una semana podrían sentirse faltantes de la fruta e impactar sobre el precio. A Ecuador, principal abastecedor, se habrían reactivado pagos, aunque están ralentizados.
Desde la Secretaría de Comercio, uno de las patas de la mesa que da luz verde para las importaciones, comentaron que hubo reuniones con la Cámara Argentina de Bananas y Afines (Camabana) y se está trabajando sobre el tema. “Se recibió a las cámaras empresariales, se levantaron los temas y las inquietudes y se está trabajando” precisaron desde el organismo que comanda Matías Tombolini.
Protestas en Bolivia y Paraguay
Productores de bananas de Bolivia realizaron una marcha a la embajada argentina en La Paz con carteles que rezaban “Argentina paguen la banana que ya se comieron”. Los productores le pidieron al propio presidente boliviano Luis Arce, que interceda ante su par argentino, Alberto Fernández, para que se destraben los pagos. La deuda asciende a 12 millones de dólares.
Los productores denuncian que hace dos meses y medio que no reciben un solo dólar de parte de los importadores argentinos, lo cual ha provocado que las empresas y productores bananeros se encuentren en una situación muy crítica. 1.000 productores y 22.000 familias dependen del rubro y pueden quedarse sin fuentes de ingresos económicos, por lo que la Unión de Bananeros del Trópico, de Cochabamba (Uniban), ya avisó que esta es la última semana que exportarán a la Argentina.
El propio presidente de la Uniban, Daniel Ramos, explicó al medio Bichos de Campo que esta es una problemática que los tiene en vilo, y como medida desesperada realizaron la protesta frente a la embajada argentina. Allí lograron ser atendidos por el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, quien le prometió soluciones al problema del pago de la deuda, pero al no encontrar una respuesta en firme, decidieron comenzar el reclamo en las calles.
En tanto, en Paraguay el problema es similar. El monto de la deuda es de 9 millones de dólares. El problema de Paraguay es que desarrolló toda la producción para venderle a Argentina (producen 85 mil toneladas y nos venden 78 millones a nosotros) y ahora peligran alrededor de 2.500 productores y 30.000 empleos directos en ese país.
Resulta que en Paraguay no tienen otro destino habilitado para la exportación de la banana más que la Argentina y desde que comenzó el stop de pagos la situación comenzó a tambalear hasta que se encuentran en un punto donde no pueden seguir financiando. Un pequeño conflicto nuevo con los hermanos guaraníes luego de las idas y vueltas por la Hidrovía y la deuda por la energía en Yaciretá.
Esta situación, además de generar problemas en las producciones de los países vecinos, corre el riesgo de generar un efecto en cadena, dado que ante la falta de cumplimiento de Argentina, los productores de otras frutas también deje de enviar cargamentos a Argentina por el temor a la falta de pago.