Argentina logró un histórico triunfo ante Brasil en el Maracaná, pero la gran victoria quedó en un segundo plano por la bomba que lanzó Lionel Scaloni en la conferencia de prensa. El entrenador de 45 años puso en duda su continuidad al frente del seleccionado argentino y causó una total sorpresa entre todos los presentes en mítico estadio de Río de Janeiro.
“En cuanto al balance, ahora toca una cosa importante que quería decir. Parar la pelota, ponerme a pensar porque tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Estos jugadores me han dado un montón, nos han dado un montón a todo el cuerpo técnico y necesito pensar mucho qué voy a hacer. No es un adiós ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta y está complicado seguir y seguir ganando. Y estos chicos lo ponen difícil, toca pensar en este tiempo, se lo diré al presidente y a los jugadores después, porque esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energía posibles y que esté bien”.
No hubo tiempo para la repregunta, ya que fue la última respuesta que dio antes de retirarse de la rueda de prensa. “Estoy comentando lo que está pasando”, alcanzó a decir frente a la incredulidad de los periodistas que buscaban una explicación a su llamativa reflexión. Habrá que esperar por lo que ocurra en las próximas horas sobre todo porque, a juzgar por las palabras del entrenador, ni los jugadores de la selección argentina ni el presidente Claudio Tapia estaban al tanto de esta intención de Lionel Scaloni.
Minutos antes de lanzar la bomba que repercutió en todo el mundo, Scaloni analizó el gran partido de Argentina y destacó con “orgullo” una vez más la entrega de los jugadores. “Siento un enorme orgullo de dirigir a estos chicos. Estoy orgulloso de tener un grupo así porque la vara está muy alta. El otro día perdimos y volvimos a competir, que es lo que queremos y les pedimos. Compitiendo de esta manera ellos saben que son una Selección difícil que son un grupo que se apoya mutuamente. Es un orgullo poder dirigirlos”.
Acerca de los graves incidentes previos al partido, con una vez más la policía de Brasil reprimiendo a los argentinos, el DT lamentó: “No sé qué palabra utilizar para no ser grosero, pero es muy feo que pase eso. Sean argentinos o brasileños. Algunos tenían familiares cercanos ahí y no sabían si estaban o no. Jugar un partido en esas condiciones era difícil, aún así el partido salió como lo planeamos, con ellos buscando mucho por adentro y nosotros bien para neutralizar ahí. Los embocamos en el momento justo, no es fácil ganar acá así que estamos contentos”.