La crecida del Paraná sigue su curso en la costa santafesina y, al mismo ritmo, se ve reflejada en un fuerte repunte del nivel del río Salado a la altura de Santo Tome.
En el plazo de un mes, las mediciones en la vecina ciudad del Salado reflejaron un crecimiento del nivel de las aguas en 1,65 metros.
Lo que el hidrómetro marcaba allá por el martes 24 de octubre era un nivel de 3,06 metros del Salado frente a Santo Tomé. El mismo índice a este viernes 24 de noviembre refleja una marca de 4,72 metros, habiendo de esta manera superado el umbral de alerta fijado en la marca de 4,70 metros.
La particularidad que conlleva la crecida del Salado, es que se trata de un curso de agua de reacción rápida frente a episodios importantes de lluvias sostenidas, con lo que resulta lógico que cuando suceden varios eventos seguidos (de precipitaciones continuas) el nivel del río repunta de forma significativa.
No menos importante, y quizás el más condicionante para que el Salado se comporte de esta forma, es lo ocurre con el Paraná; curso de agua que viene experimentando un constante crecimiento y que afecta directamente la altura del Salado en Santo Tomé.
En declaraciones concedidas al sitio Santotoméaldía, la docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería Hídrica de la UNL, Viviana Zucarelli, indicó que no se puede precisar en detalle a qué nivel llegará el río en las próximas semanas, aunque todavía se encuentra lejos de las marcas máximas registradas.
“En la medida en que siga lloviendo, los niveles de los ríos van a seguir aumentando, cuanto y hasta cuando no las podemos estimar para el Salado. Mientras llueva en la cuenca alta, media y baja, los niveles se van a ir incrementando”, sostuvo la especialista.