La llegada del busto de Carlos Menem derivó en una nueva modificación de los lugares en los que están ubicadas las figuras de mármol de los ex mandatarios en ese salón de la Casa Rosada.
El busto del ex presidente riojano quedó en un lugar de privilegio, cerca de la puerta por donde ingresan a Casa de Gobierno el presidente Javier Milei y todos los dirigentes políticos que visitan la sede gubernamental.
Del lado izquierdo del ingreso se encuentran los bustos de Bartolomé Mitre, Menem y Domingo Sarmiento, mientras que del lado derecho quedaron los de Carlos Pellegrini, Julio Argentino Roca y Marcelo Torcuato de Alvear.
Estos seis ex presidentes, que ocupan ahora los lugares más destacados del Salón de los Bustos, suelen ser elogiados por Milei y en su discurso de este martes el presidente libertario dedicó un breve comentario para recordar a cada uno de ellos, a excepción de Alvear.
Con la nueva disposición de los bustos, las figuras de otros ex presidentes quedaron relegadas a lugares de menor exposición del salón, como los casos de Néstor Kirchner y Raúl Alfonsín, que ahora se encuentran en rincones más alejados.
Tampoco ocupa un lugar destacado el radical Hipólito Yrigoyen, a quien Milei, en varias entrevistas que concedió, vinculó su llegada al poder en los albores del siglo XX al “inicio de la decadencia de la Argentina”.
Actualmente se encuentran instalados 28 bustos de ex mandatarios en el salón y hay tres más que cumplen los requisitos para ser colocados, ya que se cumplió el plazo de dos mandatos presidenciales transcurridos desde su salida del poder, tal como marca la normativa.
Se trata de los casos de María Estela Martínez de Perón, Fernando De la Rúa y Cristina Kirchner. En el caso de quien fuera esposa de Juan Domingo Perón, la CGT reclamó en más de una ocasión que se avance con la instalación de su busto.
Su figura de mármol fue finalizada en 2008 pero se sigue demorando su instalación, que un momento pareció que iba a realizarse durante la gestión de Alberto Fernández aunque al final no sucedió.
Precisamente, durante la gestión de Fernández, en plena pandemia, se había realizado el último cambio de lugares entre los bustos de los ex presidentes.