El Gobierno de Brasil busca poner en marcha un plan con grandes bombas de drenaje para sacar más rápido el agua que mantiene inundada la ciudad de Porto Alegre y otros municipios del estado de Rio Grande do Sul.
El plan procura evitar que la catástrofe climática dure varios meses, informó el ministro extraordinario de Reconstrucción, Paulo Pimenta.
“Si no tenemos un sistema capaz de acelerar el desalojo de las aguas de las ciudades, el problema durará meses”, declaró Pimenta a Radio Guaíba, de la ciudad de Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, estado que sufre la peor crisis climática de su historia y está ubicado en la frontera con Uruguay y la Argentina.