Los mediadores en el conflicto de Gaza han instado a Israel y a Hamás a finalizar un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes presentado por el presidente estadounidense, Joe Biden. Este acuerdo, según los mediadores, proporcionaría un alivio inmediato para la población de Gaza y para los rehenes y sus familias.
Sin embargo, las férreas posturas de ambos bandos complican la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Israel ha afirmado que no pondrá fin formalmente a la guerra mientras Hamás siga en el poder, lo que plantea interrogantes sobre el calendario y la interpretación de la oferta de tregua.
El acuerdo propuesto por Biden incluye un alto el fuego inicial de seis semanas, una retirada militar israelí parcial y la liberación de algunos rehenes, mientras se negocia “un fin permanente de las hostilidades” a través de mediadores.
Estados Unidos, Egipto y Qatar han estado mediando para poner fin a la guerra, pero hasta ahora el acuerdo ha sido esquivo.
La propuesta también busca un “día después” en Gaza sin Hamás en el poder, pero el grupo islamista respaldado por Irán no ha dado indicios de que vaya a apartarse o desarmarse voluntariamente.
Israel ha dejado claro que solo aceptaría un alto el fuego permanente si Hamás es destruido militarmente y se desarma. Por su parte, Hamás exige medidas concretas por parte de Israel, como la retirada total de las tropas, para considerar cualquier acuerdo.
Las negociaciones continúan en un contexto de tensión y desconfianza entre ambas partes, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto en Gaza.