Alrededor de 360 millones de personas en toda Europa estaban habilitadas para votar en estos días, para elegir a los parlamentarios europeos. Según los primeros resultados, la composición de la Eurocámara se inclina hacia la derecha.
Con menor participación de electores que el año pasado en las generales, desde el último jueves, votantes de los 27 países que integran la Unión europea, votaron para elegir quiénes integrarán el parlamento europeo, expresando su satisfacción o descontento por las políticas de la UE y sus países de origen.
En varios de los estados que componen la UE ha habido un aumento de las fuerzas populistas y de derecha. Tal es el caso de Francia a la derecha, que se encuentra entre los más altos. También fue alto en Austria y en Alemania.
Como consecuencia de estos resultados, el presidente francés Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas para el 30 de junio.
Macron dijo el domingo por la noche que no podía fingir que no había pasado nada. Al mismo tiempo, advirtió que el ascenso de los nacionalistas era un peligro para Francia y Europa. “He escuchado su mensaje y sus preocupaciones y no dejaré que queden sin respuesta”, dijo dirigiéndose a los votantes.
Crecimiento de la derecha en el Parlamento de la UE
Según las primeras cifras oficiales, hay una clara victoria de la alianza de centroderecha PPE con la alemana Ursula von der Leyen a la cabeza. Por lo tanto, puede aspirar a un nuevo mandato como presidenta de la Comisión Europea. Las alianzas de partidos de derecha ECR e ID lograron obtener una cantidad significativa de escaños y registraron los mayores avances. El grupo socialdemócrata S&D también se mantiene fuerte. Los Verdes, por el contrario, han sufrido pérdidas importantes.
Las encuestas electorales de los últimos meses ya habían pronosticado estos resultados. “La primera impresión es que los resultados son tan malos como se temía si se toma como indicador el aumento significativo de fuerzas euroescépticas y populistas de derecha, al menos en Alemania, pero también en algunos otros países”, asegura la politóloga Gabriele Abels.
En Alemania, la Unión Demócrata Cristiana CDU/CSU ganó con un 29,5% de los votos y logró registrar un ligero aumento en comparación con el año anterior. El populista AfD, se convirtió en la segunda fuerza más votada, con un 16,5%, cifra muy superior a la de 2019 a pesar de los escándalos recientes. Lo que es particularmente digno de mención es que el partido fue votado de manera desproporcionada, especialmente por los hombres jóvenes. “El AfD es el partido donde la brecha de género también es mayor”, afirma Abels.
El socialdemócrata SPD recibió un duro golpe de los votantes. Apenas el 14% eligió al partido del canciller Olaf Scholz. Los demás socios de la coalición también fueron castigados en las urnas. Según las estimaciones iniciales, entre los perdedores electorales también se encuentran los Verdes, que podrían obtener el 12% de los votos, cuando en 2019 superaron el 21%. El liberal FDP obtuvo el 5,1 por ciento, algo menos que en las últimas elecciones.