Según el último informe del INDEC, la inflación en Argentina durante el mes de junio alcanzó el 4,6%, superando el 4,2% registrado en mayo pero quedando por debajo del esperado 5%. Esto acumula un incremento del 271,5% en los últimos doce meses, reflejando una desaceleración respecto a períodos anteriores.
En el primer semestre del año, los precios han aumentado un alarmante 79,8%, siendo la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles la división con el mayor incremento mensual del 14,3%. Este aumento se atribuye principalmente a las subidas en las tarifas de electricidad y gas, así como en los alquileres de vivienda.
El Ministerio de Economía destacó que la inflación núcleo, que excluye los componentes regulados y estacionales, se mantuvo en un 3,7%, marcando una de las tasas más bajas desde principios de 2022. Además, señaló que la variación interanual del IPC Nacional reflejó una desaceleración por segundo mes consecutivo.
En cuanto a las expectativas, la dinámica de precios ha resultado por debajo de lo proyectado por los analistas, quienes estimaban una inflación mensual más elevada. Esto se refleja en las cifras del Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA, donde las previsiones para mayo y junio eran del 5,5% y 5,2%, respectivamente.
El análisis de medias móviles indica una tendencia a la desinflación en los últimos meses, evidenciando una mejora en la estabilidad de los precios. Según el Palacio de Hacienda, esto se debe en gran parte a la recomposición en las tarifas de servicios públicos, que forman parte de los componentes regulados del índice.
A nivel regional, la mayor alza de precios se registró en la región de Cuyo, con un aumento del 5,1%, destacándose por encima del promedio nacional.
Con estos datos, el desafío para el Gobierno argentino sigue siendo contener la inflación mientras impulsa la recuperación económica, en un contexto donde las correcciones de precios relativos siguen influyendo en la dinámica inflacionaria del país.