Además del tenso momento que se vivió en la práctica matutina, con la visita de un grupo numeroso de la barra al plantel profesional, San Lorenzo amaneció con otra grave noticia: pidieron la detención de Néstor Ortigoza por violar la perimetral contra su ex pareja.
El vocal del Ciclón, que días atrás tuvo un fuerte cara a cara con el presidente Marcelo Moretti y se negó a renunciar pese a estar afrontando una causa por “daños, lesiones y amenazas en contexto de violencia de género” hacia Lucila Cassiau, incumplió la orden de la Justicia, que no le permitía circular o permanecer a menos de 300 metros del domicilio de la víctima y su hijo Mateo.
Este miércoles, Cassiau, quien grabó los violentos videos que se filtraron en las redes sociales, en los que se lo puede ver cómo Ortigoza la golpea y la amenaza de muerte frente al pequeño, dio detalles de cómo está viviendo estos días y se mostró muy atemorizada por lo que pueda llegar a hacer el exmediocampista.
“Tengo miedo, me apuñalaron las ruedas del auto. El otro día salí y tenía una puñalada en el auto. El miedo es real, está acá”, confesó en El Trece. Y se quebró: “Estoy pasando el peor momento de mi vida, estoy muerta en vida, no tienen idea de lo que estoy pasando”.
Consultada sobre si temía por su vida, la mujer asintió: “A la noche prendo las alarmas. Tengo miedo, pánico. Es un psicópata. Puede pasar cualquier cosa”. A su vez, admitió que tiene problemas con el consumo de drogas: “Que vaya a un tratamiento, que se cure, que priorice a los hijos. Que deje de arruinar la vida a sus cuatro hijos”.
Ya sobre el cierre, luego de indicar que hace tratamiento psicológico “desde hace más de diez años” porque le “arruinó la cabeza”, Cassiau contó: “Tengo el botón antipánico, restricción perimetral de seis meses. Pero es una persona que no acata una orden. Nada lo frena. Presenté pruebas. Tiene una condena a dos años de prisión por amenazar con un arma. Es una persona violenta”.