La inteligencia artificial (IA) enfrenta críticas por su uso sexista y cosificador hacia las mujeres. Expertos afirman que esta tecnología se creó para satisfacer las necesidades de los hombres.
María Cano Bonilla, divulgadora y experta en ética e IA, sostiene que “quien idea la inteligencia artificial es un hombre. ¿A quién piden ellos las cosas? A una mujer.”
Cano Bonilla señala que la IA perpetúa roles de género. Esta tecnología reproduce patrones sociales arraigados en nuestra cultura. Los datos utilizados para entrenar algoritmos reflejan la desigualdad existente en la sociedad.
Un estudio de Nature destaca un sesgo de género en las búsquedas de Google. Este sesgo asocia a los hombres con profesiones como cirujano o matemático. Por el contrario, vincula a las mujeres con trabajos como peluqueras o enfermeras.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, presentó un informe sobre estereotipos de género en la IA. El estudio reveló que las mujeres se relacionan con términos como hogar y familia. Mientras tanto, los hombres se asocian con negocios, salario y carrera.
Azoulay advirtió sobre el poder de estas aplicaciones para moldear percepciones. La UNESCO insta a los gobiernos a establecer marcos regulatorios claros. También pide a las empresas realizar un seguimiento de los sesgos sistémicos en sus sistemas.
Desde el lanzamiento de asistentes virtuales, las voces femeninas dominan la IA. Tras críticas, empresas como Apple y Amazon han empezado a implementar voces masculinas.
Cano Bonilla también critica el concurso Miss IA, exclusivo para modelos virtuales. El jurado está formado por influencers generadas por inteligencia artificial. En este certamen solo se valora la belleza y el número de seguidores. No existe una categoría masculina.
La experta concluye que la sociedad está construyendo una vida real basada en estándares ficticios. “Es más fácil decepcionarse si no cumples con esos estándares”, alerta.