China sigue marcando el ritmo de la innovación tecnológica con un proyecto que parece sacado de la ciencia ficción: trenes voladores capaces de alcanzar velocidades de hasta 1.000 km/h gracias a la levitación magnética.
Este desarrollo apunta a revolucionar el transporte terrestre de carga y de pasajeros. Aunque su implementación total se espera para 2030, los ensayos iniciales ya están en curso, despertando interés mundial.
En esta primera fase, las pruebas limitarán la velocidad a 140 km/h, pero el diseño final aspira a superar ampliamente las capacidades de los aviones comerciales.
La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China está a cargo de construir la infraestructura necesaria, comenzando con un tramo de 160 kilómetros que unirá las ciudades de Changsha y Liuyang, en la provincia de Hunan. Este circuito, una vez terminado, se conectará con la línea Maglev Express de Changsha, que ya opera entre el aeropuerto internacional y la estación ferroviaria de la ciudad.
La clave de estos trenes radica en la tecnología de levitación magnética, que permite a los vagones flotar sobre las vías mediante potentes campos electromagnéticos. Este sistema no solo elimina el contacto físico, reduciendo el desgaste y la fricción, sino que también garantiza una aceleración más fluida y un viaje significativamente más eficiente.
China desarrolló dos enfoques para esta tecnología: uno donde las vías están suspendidas sobre los trenes y otro que los hace “volar” sobre estructuras metálicas, este último compatible con proyectos futuristas como el Hyperloop.
Con este avance, China no solo refuerza su posición como líder en innovación ferroviaria, sino que plantea un futuro donde el transporte terrestre podría rivalizar con la aviación en rapidez y sostenibilidad. Las pruebas ya registraron velocidades superiores a los 600 km/h, preparando el terreno para una transformación total en la movilidad.
Si se cumplen los objetivos, estos trenes podrían convertirse en una opción de transporte masivo revolucionaria, ofreciendo un equilibrio ideal entre eficiencia, velocidad y tecnología de punta.
El interés global en este proyecto no se hizo esperar. Elon Musk, magnate detrás de Tesla y SpaceX, elogió la iniciativa en redes sociales, calificándola como una idea brillante y con gran potencial de negocio.
