El grupo inversor Cima adquirió la totalidad de la deuda verificada de Vicentin, sumando US$ 447 millones. Este paso abre la posibilidad de reactivar la agroexportadora.
La compra posiciona a Cima como el principal acreedor de la compañía. Fuentes del mercado indican que la operación se cerró por una fracción del valor total, alrededor del 10%.
Vicentin enfrenta una crisis financiera desde hace cinco años, aunque mantiene operaciones y salarios al día gracias a acuerdos con empresas como Viterra y Bunge.
Cima, liderado por Esteban Nofal, aseguró que el objetivo es desbloquear el proceso judicial y reactivar la empresa. Su principal prioridad es preservar los más de 1.000 empleos directos.
El directorio de Vicentin trató de tranquilizar a los empleados, indicando que el proceso no cambiará mientras se espera la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe sobre la homologación de la propuesta de pago.
Si la Corte rechaza la homologación, podría aplicarse un “cramdown”. Sin embargo, aún queda la opción de apelar ante la Corte Suprema de la Nación. Vicentin advirtió que su actividad es insostenible sin nuevas soluciones financieras inmediatas.
En EME, el abogado Gustavo Feldman destacó la compra de Cima: “Es una buena noticia, proponen refundar la empresa, honrar la deuda y mantener las fuentes laborales. Es muy probable que la Corte fulmine la decisión de la mesa judicial de Reconquista”.