La campaña “Santa Fe Sin Hambre” presentó este lunes los resultados preliminares de su relevamiento sobre comedores y merenderos populares de la ciudad, realizado por movimientos y organizaciones sociales. El informe destaca que el 80% de las personas que asisten a estos espacios padecen inseguridad alimentaria moderada a grave.
Según el relevamiento, se tomaron datos de 28.922 raciones distribuidas por comedores y merenderos. Se constató que la gran mayoría de las personas no logran garantizarse una comida completa diaria. Solo 1 de cada 3 menores de 18 años y 1 de cada 5 adultos tienen acceso a almuerzo y cena todos los días.
El informe también revela que el 33% de los asistentes comenzó a asistir a los comedores en 2024, el 47% lleva entre 1 y 5 años y el 20% lo hace desde hace más de 5 años. Además, el 55% de los asistentes no sabe si podría garantizarse su ración de comida sin estos espacios, mientras que un 25% considera que sí, y el 20% cree que no podría.
En cuanto a las condiciones de salud, el 60% de los grupos familiares relevados padece alguna enfermedad relacionada con la alimentación, como diabetes, hipertensión o celiaquía. El 78% de las personas con estas condiciones sigue recibiendo alimentos en comedores y merenderos, aunque no cuentan con una dieta adecuada para sus necesidades.
El informe también destaca el papel fundamental de las mujeres en el retiro de las raciones. El 75% de las personas que retiran las porciones son mujeres, reflejando su rol central en las tareas de cuidado. Además, el 27% de las mujeres trabaja, pero solo el 3% tiene empleo registrado, mientras que el 16% percibe un plan social con contraprestación.
La situación refleja una grave crisis de inseguridad alimentaria en la ciudad, que sigue afectando a miles de familias.