El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 2,7% en diciembre de 2024, acumulando una variación anual de 117,8%. La cifra refleja el impacto de los aumentos en diversas divisiones del consumo.
La división de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles lideró los aumentos con un 5,3%. Este incremento se explicó principalmente por los aumentos en alquileres de viviendas y los servicios de electricidad, gas y otros combustibles, que mostraron variaciones significativas en los últimos meses.
La división de Comunicación también registró un incremento importante del 5,0%. Este aumento estuvo vinculado principalmente al alza en los precios de los servicios de telefonía móvil e internet, que continúan afectando el bolsillo de los consumidores.
Sin embargo, la división que más incidió en el nivel general fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un aumento de 2,2%. Este comportamiento reflejó los aumentos en productos básicos como carnes, pan, cereales, leche, productos lácteos y huevos. Estos productos representan un porcentaje significativo en el gasto diario de las familias y son un factor clave en la inflación del país.
En cuanto a las categorías de gasto, los precios Regulados (como los servicios públicos) registraron el mayor incremento mensual, con un 3,4%. A continuación se ubicó el IPC núcleo, con un aumento del 3,2%, que excluye los precios más volátiles como los alimentos frescos y los combustibles. Los precios Estacionales, por otro lado, registraron una caída del 1,4%, debido principalmente a la baja de los precios de algunos productos de la temporada.
En resumen, el aumento de la inflación en diciembre estuvo impulsado por las subas en los rubros más sensibles al consumo, como Vivienda, Comunicación y Alimentos. La tendencia del año refleja la presión sobre el poder adquisitivo de los argentinos, en medio de un contexto económico complicado.