La ciudad de Reconquista quedó conmocionada tras el crimen de Juan Carlos Martínez, un remisero de 66 años que fue asesinado a puñaladas mientras trabajaba en la madrugada del sábado. El presunto autor del hecho es Joaquín Camilo Carrizo, de 23 años, un joven con un largo historial delictivo que ya había sido condenado por hechos de violencia.
“Mi viejo trabajaba siempre de noche, sobre todo los fines de semana. El viaje lo tomó a través de la central”, contó Fabio, hijo de la víctima, en diálogo con EME. Y agregó con tristeza: “Creemos que fue un intento de robo porque no se encontró su celular ni su billetera. Él tendría que haber tenido plata encima por el tema del cambio”.
El brutal ataque ocurrió en la zona del acceso a Barrio La Cortada, en la intersección de las calles Constituyentes e Iriondo. La autopsia reveló que Martínez fue apuñalado varias veces, y una de las heridas atravesó su cuello de lado a lado, causándole un shock hipovolémico que derivó en su muerte.
Horas después del hecho, Carrizo fue detenido cuando caminaba por la vía pública. Intentó escapar, pero fue reducido por una patrulla. Con al menos una docena de ingresos a dependencias policiales, el joven había recuperado su libertad en noviembre de 2023, tras una condena por intentar asesinar a otra persona con un cuchillo.
Fabio expresó su bronca por la situación de inseguridad: “Acá, tras el cierre de destacamentos, han atacado hasta a efectivos. Cada uno puede hacer lo que quiera. La política tiene responsabilidad por estos niveles de delincuencia”.
El caso conmueve y reaviva el debate sobre la reincidencia, la falta de control estatal y la seguridad de quienes trabajan en la calle, especialmente durante la noche. Carrizo ahora deberá enfrentar la Justicia por el delito más grave de su historial: homicidio con varios agravantes.