Estiman que la caída de ingresos por las mermas productivas de la oleaginosa y el maíz sumarían alrededor de u$s2.800 millones.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a recortar ayer su estimación para la cosecha de soja, ahora la ubica en 42 millones de toneladas, 2 millones menos que en la semana anterior y la situación es cada vez más complicada producto de la profunda sequía que afecta a las principales regiones productivas de la Argentina.
A la fecha, respecto a la estimación inicial, la oleaginosa ya perdió 12 millones de toneladas.
Además de las importante, mermas en el rinde promedio se suma el incremento en pérdidas de superficie que ya supera las 700.000 hectáreas.
En este contexto no se proyectan precipitaciones de consideración y muchos analistas ya arriesgan que la cosecha total de la oleaginosa llegaría, con suerte, a las 40 millones de toneladas.
“Otro riesgo latente es la condición hídrica en el núcleo chaqueño y el este de Santiago del Estero, en donde las lluvias se han interrumpido durante las semanas previas y la condición del cultivo empieza a caer, generando incertidumbre sobre el resultado de la campaña en la región NEA”, advierte la entidad.
Mientras tanto el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) continúa siendo bastante más positivo y ayer en su proyección manual estimó que la cosecha argentina de soja sería de 47 millones de toneladas.
De todas formas, el organismo mostró un recorte muy importante porque en febrero había proyectado 54 millones de toneladas.
En cuanto al maíz, la Bolsa de Cereales también llevó sus estimaciones a 34 millones de toneladas, 3 millones menos que en su último informe.
Por otro lado, desde la entidad advierten que el rinde promedio en los lotes cosechados continúa bajando y las hectáreas sembradas – principalmente en las provincias del norte- necesitan lluvias en el corto plazo para no concluir la campaña aún peor.
Así es que ante este escenario las distintas entidades del sector arriesgan que los productores agropecuarios afrontarían pérdidas de entre u$s2.000 y u$s3.000 millones.
Pero no serían los únicos, según la Fundación Mediterránea la caída en los ingresos para la Argentina (con una producción de 44 millones de toneladas, y 35 de maíz) sería de u$s2.871 millones, es decir 0,5 puntos del PBI.
“El hecho que las tenencias de soja de campañas anteriores sean elevadas y que éstas muy probablemente se reduzcan en el transcurso del año, podría amortiguar el impacto negativo de la sequía, en particular sobre la generación de divisas. Por el lado del nivel de actividad la situación luce más compleja, los ingresos que se resignarían en la actual campaña serían bastante superiores a los que estaría generando la revalorización de las existencias (entre u$s560 millones y u$s830 millones”, cierra el estudio.
Cada vez peor. Para los próximos días no se esperan lluvias importantes y los especialistas arriesgan que apenas se llegaría a las 40 M de toneladas.