Sin embargo, poco se sabe acerca de cómo lavarlos y secarlos para que conserven el color, el buen aspecto y textura. Repasemos algunos consejos útiles para este proceso.
– Curar la madera. Como cuando estrenamos un mate, lo primero que tenemos que hacer es curar la madera con aceite de cocina o de bebés, también con vaselina líquida. Se toma una servilleta del rollo de cocina, se le ponen unas gotas de aceite y se pasa por toda la tabla. Una vez seco, lavar con agua tibia y ya se puede utilizar. Este proceso puede aplicarse también a los utensilios como cucharas o espátulas de madera, y debe repetirse cada algunas semanas.
– Sal marina y limón. Para quitar malos olores y desinfectar las platas se recomienda esparcir sal y, con medio limón, frotar la superficie en círculos. Luego enjuagar. Para quitar manchas puede colocarse agua oxigenada y luego proceder, otra vez, con la instancia de curado de la madera.
– Cómo lavar después de comer. Luego de quitar los restos de comida hay que enjuagar el plato de madera con agua fresca para que no se manche y pasarlo al escurridor. De ser posible, se recomienda secarlo para que el plato no permanezca mucho tiempo húmedo. Cuando esté prácticamente seco, se le pone apenas un poco de aceite con un paño de cocina, se lo deja secar, y luego se guarda.
– Cuidados del calor. Estos platos no son aptos para microondas, tampoco para hornos eléctricos e, incluso, no se recomienda que estén expuestos al sol durante tiempo prolongado.
– No lavar o curar de un solo lado. Al curar, lavar o enjuagar con trapo, se sugiere hacerlo siempre en ambas caras de la tabla para garantizar un tratamiento parejo.
– Tablas para picar. La primera vez que se utilice una tabla de picar hay que curarla para evitar que la humedad, los hongos y las bacterias penetren las fibras de la madera. Es importante lavar con agua cada vez que la use para evitar contaminar alimentos con los sabores fuertes de otros.