La administración central y los docentes provinciales definieron un paro de 48 horas para martes y miércoles. Se podrían sumar los médicos y municipales si es que este lunes no reciben una propuesta superadora.
a provincia de Santa Fe arranca una semana que promete tener poca actividad oficial pero que garantiza mucha conflictividad. La misma estará marcada por el paro definido por empleados de la administración central (ATE y UPCN) y por los docentes de escuelas oficiales y privadas (Amsafé, Sadop, UDA y Amet) para los días martes y miércoles.
A la medida de fuerza se podrían sumar los profesionales de la salud. Desde Siprus (Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud) adelantaron que de no recibir una propuesta superadora mañana, en el marco de una nueva reunión paritaria, se acoplaran al paro de 48 horas.
Cabe recordar que el ofrecimiento del gobierno fue el mismo para todos los sectores. Se trata de un incremento salarial del 16 por ciento, a pagar en tres veces. Incluye la cláusula gatillo que, de ser necesario, se aplicaría una vez completado el esquema de aumentos.
Las medidas de fuerzas dispuestas y el escenario de conflicto no son buenas señales para la paritaria municipal, quien se vuelve a reunir el lunes y mira de reojo la negociación provincial. Difícilmente, intendentes y presidentes comunales puedan ofrecer este lunes un aumento mayor al 16,5 (última oferta realizada). Cabe recordar que el plenario de secretarios generales de Festram (Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales) facultó a los delegados paritarios a definir una medida de fuerza que podría ser de 48 horas.
El ministro de Gobierno, Pablo Farías, consideró que los paros decretadas por Amsafé “son absolutamente excesivas ante una oferta responsable que hizo la provincia”. El funcionario recordó que en otros distritos, con porcentajes idénticos o más bajos, los gremios han acordado la paritaria”.
En sintonía con lo que había dicho la ministra de Educación, Claudia Balagué, insistió en que el gobierno evalúa descontar los días no trabajados o bien pedir la conciliación obligatoria para volver el conflicto a foja cero.