El hombre, en situación de calle, tenía 40 años y fue hasta el altar para tomar un micrófono. Estaba, según testigos, “descalzo y algo mojado”.
Adrián, o “Piluso”, ingresó el miércoles a la iglesia de San Expedito de Rosario como hacía habitualmente. Un grupo de mujeres oraba.
Según el relato de las fieles, “Piluso” estaba descalzo y algo mojado cuando tomó el micrófono del templo. Quedó electrocutado y pesar de que intentaron reanimarlo no pudieron.