La concejala Marielle Franco fue atacada a tiros la noche del miércoles. Nacida en una favela, denunciaba el racismo y la violencia policial.
Marielle Franco, una popular política de Río de Janeiro, la concejala, socióloga y activista, fue asesinada a tiros en la noche del miércoles. El auto en el que viajaba Franco fue atacado en una avenida en el céntrico barrio carioca de Estácio, según reportó la estatal de noticias Agencia Brasil, cuando regresaba de un evento público. El chofer del vehículo, identificado como Anderson Pedro Gomes, de 39 años, también murió por los disparos, mientras que una asesora parlamentaria de Franco, Fernanda Chaves, de 43 años, sobrevivió.
La concejala asesinada era miembro del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y conocida activista social de 38 años. “Apoyaba proyectos para castigar el acoso en espacios públicos, en defensa de casas de parto y del aborto legal”, explica el diario brasileño O Estadao. “En las redes sociales, se posicionaba contra el racismo y la violencia policial. En su última publicación, divulgó video del encuentro de mujeres negras en Lapa, en la región central, poco antes de ser asesinada”.
En el lugar del crimen, dijo que las características de la muerte “son muy nítidas de ejecución”. Sin embargo, el político aseguró que ni la familia ni los amigos tenían informaciones sobre posibles amenazas contra la concejal. “Este es un crimen contra la democracia”, dijo Freixo, quien coordinaba la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa brasileña. En tanto, el diputado federal Chico Alencar lamentó la tragedia y dijo que el crimen “puede ser el inicio de una escalada sin control, de un caos”.
El asesinato causó conmoción en Brasil. Franco, oriunda de la convulsa favela Maré en la zona norte de Río, era conocida desde hacía años por su activismo contra el racismo, la discriminación y la violencia policial en la ciudad. En las últimas semanas había asumido una relatoría pública local para supervisar la intervención militar decretada por el Gobierno de Michel Temer en el estado de Río para combatir la ola de criminalidad. Franco había criticado también con dureza algunas acciones militares en la ciudad.
“Lamentamos con profundo pesar el brutal asesinato de la concejala Marielle Franco, cuya honradez, bravura y espíritu público representaban con grandeza inigualable las virtudes de la mujer carioca”, señaló, por su parte, el alcalde de Río, Marcelo Crivella. Mientras tanto, el partido en el que militaba Franco, el PSOL, dijo que su muerte fue un “crimen horrendo”. El gobernador del Estado de Rio, Luiz Fernando Pezao denunció el crimen como de “extrema cobardía”. Amnistía Internacional exigió una “investigación inmediata y rigurosa”, para que “no queden dudas sobre el contexto, la motivación y la autoría” del asesinato de la dirigente.