Opaca, apagada y seca, así terminó la piel después del verano. Todo para contrarrestar los efectos del sol y evitar el fotoenvejecimiento.
La alta exposición al sol, las elevadas temperaturas y la mayor cantidad de tiempo al aire libre durante los meses de verano dejaron sus huellas en la piel. Para revertir el daño de la deshidratación provocada por la pérdida de agua, es hora de cambiar la rutina de belleza y visitar un gabinete para acciones más potentes.
La premisa básica es la buena limpieza. A diario, lavarse la cara conjabones neutros o levemente ácidos. También puede hacerse con leches o lociones de limpieza adecuados para cada tipo de cutis, graso, seco o mixto. Luego aplicar crema, gel o emulsión con principios activos humectantes como el ácido hialurónico o la urea. Además es aconsejable “una o dos veces por semana realizar una suave exfoliación con cremas para remover las células muertas. Después, aplicar la crema humectante”, recomienda Andrés Cordero, dermatólogo docente de la facultad de Medicina de la UBA y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología. El especialista pone énfasis en la importancia de una piel limpia y libre de células muertas para que vuelva a aparecer su luminosidad y para permitir que los activos que se introduzcan después actúen más eficazmente. ¿Respecto de los hábitos de todos los días? “Tomar por lo menos ocho vasos de agua diarios e incorporar frutas y verduras contribuye a una buena hidratación”, añade Cordero.
Las máscaras son una excelente opción para usar en casa. El mejor momento para aplicarlas es después del baño, cuando la piel está libre de impurezas.
En manos expertas
Más allá de las adecuadas rutinas en casa, en consultorio los procedimientos suman acción. Entre los recomendados por el doctor Cordero están losSkinboosters. “Se introduce ácido hialurónico en la dermis para retener el agua”, señala. La microdermoabrasión con punta de diamantes es otra opción a seguir. En este caso “se produce una exfoliación mecánica de la capa superficial muerta de la piel”, describe. Son también eficaces “los peelings químicos superficiales. Con ácido glicólico o mandélico, no solo exfolian sino que aportan una importante dosis de luz”, remata el especialista.