La iglesia de la vecina Cúcuta, en la zona fronteriza, donó 250 mil hostias para las misas de estos días en las parroquias del país chavista.
Las carencias de todo tipo en Venezuela superan desde hace mucho tiempo cualquier nivel de sorpresa, por eso no llamó la atención que en esta Semana Santa la Iglesia Catoólica de Colombia haya donado unas 250 mil hostias a su similar venezolana, dado que la escasez de harina en el país gobernado por el chavista Nicolás Maduro alcanza tal magnitud que resulta imposible para las parroquias surtirse de las eucarístías que necesitan para sus misas.
“Es importante atender también las necesidades que aquejan a la fe como consecuencia de este tiempo de crisis fronteriza”, indicó en un comunicado la diócesis de Cúcuta, la mayor ciudad colombiana en la frontera con Venezuela. La donación de hostias la encabezó el miércoles monseñor Víctor Manuel Ochoa, obispo de la Diócesis de Cúcuta, en el puente internacional Simón Bolívar, que une a ambas naciones.
“Monseñor Ochoa ha entregado a las diócesis de la zona fronteriza con Venezuela la materia para la celebración de la santa misa”, agregó el texto de la iglesia colombiana. Segun se hizo notar, esta no es la primera vez que la Iglesia católica colombiana dona hostias a su par venezolana, que no ha estado exenta de la escasez de alimentos y medicinas que vive el país.
Venezuela, que comparte una porosa frontera de 2.200 kilómetros con Colombia, vive una profunda crisis humanitaria y económica, con una pronunciada hiperinflación. Cientos de miles de venezolanos han huido de su país, unos 550.000 a Colombia, donde las autoridades migratorias calculan que al finalizar el año la cifra ascenderá a un millón de migrantes. América es el continente con más católicos, que esta semana conmemoran la muerte y resurrección de Jesucristo.