El plan de salir a comer o probar recetas novedosas es típico en la intimidad de muchas parejas.
Una buena comida parece ser la opción más elegida para compartir veladas y la cena romántica para celebrar ocasiones. En los últimos días se difundió un estudio realizado en la Universidad Central de Queenslan, Australia, que analizó durante una década (entre 2005 y 2014) el estilo de vida de cerca de 15 mil estudiantes, ellos respondieron a cuestiones relacionadas con sus elecciones diarias, modo de vivir y actividades que realizaban.
Tras el análisis de cada grupo estudiado, la autora de la investigación, Stephanie Schoeppe, llegó a la conclusión de que las parejas que se consideran felices pesan cerca de seis kilos más que los solteros. Según Schoeppe, este hecho responde a que cuando se está en una relación no hay interés de impresionar a nadie, por lo que el aspecto físico no resulta una preocupación. Otro factor está vinculado a los hijos, ya que muchos padres comen las sobras de alimentos de los chicos para no desperdiciarlo. Se considera también que, estando en pareja, crecen las oportunidades para los excesos entorno a la alimentación y el sedentarismo, además de son más frecuentes los almuerzos en familia y entre amigos.
Por otro lado, un estudio realizado por la consultora Método Pronkal, pudo comprobar que el 75% de las personas que se ponen en pareja cambian radicalmente algunos hábitos saludables como cuidarse con las comidas o salir a correr. El estudio arroja que: el 50% de las mujeres en pareja cree que su alimentación varía poco, mientras que el 45% confiesa que su plato de comida cambia radicalmente y los alimentos saludables desaparecen.