Un estudio mostró que son una auténtica bomba bacteriana.
¿Quién no tuvo un patito de goma? Seguramente todos hemos tenido en nuestra infancia, o en la de nuestros hijos, este entrañable juguete de plástico amarillo chillón. Pero resulta que el popular juguete de baño tiene un “lado oscuro”, como alerta un reciente estudio.
Científicos suizos y estadounidenses estudiaron las consecuencias del contacto de materiales plásticos como estos patitos de goma con el agua potable. Los resultados son alarmantes: son una auténtica bomba bacteriana.
El agua a temperatura alta y sucia baño tras baño, unidos a la humedad que retienen en su interior hacen de estos patitos de goma todo un peligro. El 70% de los juguetes analizados tenía muestras de moho en su interior después de empezar a introducirlos en los baños de sus hijos.
Con los patitos se da un vínculo particular entre el plástico, el agua, la contaminación externa y usuarios potencialmente vulnerables.
Además, todas las biopelículas encontradas en los patitos contenían un alto número de bacterias. En el caso de los juguetes que fueron sumergidos únicamente en agua limpia, el número de células bacterianas se redujo a la mitad.
El estudio, llevado a cabo entre el Instituto Federal Suizo de Ciencias Acuáticas y Tecnología, el Instituto de Biogeoquímica y Dinámicas de Contaminantes de Zurich y la Universidad de Illinois, estudió 19 juguetes de baño diferentes. En el caso de los patitos de goma, se encontraron hasta 75 millones de células de bacterias por centímetro cuadrado