Más allá de representar una preocupación estética, las várices son la manifestación externa de una insuficiencia venosa crónica, la cual se presenta con mayor incidencia en las mujeres dado que las hormonas femeninas generan más fragilidad en la pared venosa. Las várices son venas que se dilatan y “ondulan” debido a alteraciones en nuestro aparato circulatorio, y pueden tener diferentes tamaños: desde pequeñas arañitas hasta cordones varicosos de centímetros de diámetro. La importancia de la enfermedad venosa radica en la afectación que genera en la calidad de vida, ya sea desde una disconformidad estético-visual hasta lesiones en las piernas, tales como úlceras venosas.
Los principales factores de riesgo son la herencia (existe un 90% de probabilidad de tener várices si ambos padres las tienen), los tratamientos hormonales (estrógenos y progesterona), el sedentarismo, la obesidad y los embarazos.
Este fallo en el retorno venoso se manifiesta con pesadez, cansancio, dolor, enrojecimiento, calambres e hinchazón en las piernas, presentándose estos signos con mayor frecuencia en épocas de calor dado que las altas temperaturas generan un fenómeno de vasodilatación de las venas.
Frente a la aparición de várices, la primera pregunta que surge en los pacientes es: ¿cómo puedo tratarlas? Las arañitas, manifestación más temprana de la enfermedad, requieren de un diagnóstico clínico especializado. Su tratamiento puede realizarse en la misma consulta médica de manera ambulatoria, sin cirugía, y con la utilización de tecnología adecuada para fotocoagulación láser y escleroterapia. La luz intensa del láser genera calor, coagulando las arañitas sin afectar los tejidos circundantes. Por su parte, la escleroterapia consiste en inyectar una solución dentro de la vena que provocará que ésta colapse, se cierre y luego desaparezca. Dependiendo del tipo y color de arañita que el paciente tenga (rojas o azules, por ejemplo) es el tratamiento que se realizará.
La elección del tratamiento adecuado dependerá de la edad del paciente, la localización de las várices, su evolución y la presencia de factores de riesgo. De todas formas, tal como comentamos al comienzo, la enfermedad venosa es crónica, razón por la que, si bien cuando se comienza un tratamiento para combatir várices se busca tratar una vena en particular, no es posible predecir si las venas adyacentes se enfermarán o no.
Conductas a tener en cuenta para prevenir la aparición de las várices. (Sanatorio Allende)
El éxito del tratamiento a largo plazo no sólo dependerá de su correcta elección y realización, sino también de que el paciente disponga de la información completa sobre factores de riesgo y conductas por seguir.
El jueves 19 de abril, el Servicio de Cirugía Vascular y Flebología de Sanatorio Allende brindará una charla informativa a la comunidad, libre y gratuita, sobre Trastornos Varicosos de 18 a 19. Para más información http://www.sanatorioallende.com/web/ES/charla_sobre_trastornos_varicosos.aspx