Cuando descargué una copia de los datos de mi cuenta de Facebook, nunca esperé ver tanto. Mi perfil no es muy abarcador; prácticamente no publico en el sitio ni le doy clic a los anuncios. (Podría decirse que soy un participante silencioso). Sin embargo, cuando abrí el archivo, fue como destapar una caja de Pandora.
Con unos clics descubrí que alrededor de 500 anunciantes -muchos de los cuales no sabía absolutamente nada, como Bad Dad (tienda de partes de motocicletas) o Space Jesus (una banda de música electrónica)- tenían mi información de contacto; eso incluye mi correo electrónico, número telefónico y nombre completo. Facebook también tiene los datos de todos mis contactos y hasta el número con el que puedo abrir a distancia la puerta del edificio de departamentos en el que vivo. La red social hasta mantiene un registro de unas cien personas a las que eliminé como amigos en los últimos catorce años. incluidas mis exparejas.
Hay tantas cosas que Facebook sabe sobre mí; más de lo que yo querría descubrir que sabe. Al revisar todo lo que la empresa de Silicon Valley ha obtenido de mi propia cuenta, decidí entender mejor cómo y por qué mis datos fueron recopilados y guardados. También quise descubrir qué tantos de esos datos pueden ser borrados.