La problemática de los residuos sólidos urbanos data de muchos años en la ciudad de San Cristóbal y genera múltiples inconvenientes en la salud de los habitantes, en la contaminación del medio ambiente y en el malestar de toda la sociedad.
Con el correr del tiempo surgieron algunas posibles soluciones, muy pocas factibles, que deben ser analizadas y evaluadas antes de ponerlas en práctica.
Los incendios en los basurales son una constante y hasta se torna insoportable convivir con esas cuestiones que no colaboran en nada con el verdadero problema sino que empeora la situación.
En las búsqueda de diferentes ideas, el concejal por Cambiemos, Diego Sartín se reunió junto al Intendente Horacio Rigo y concejales con el Ingeniero Químico Fabio Borgogno en la ciudad de Santa Fe.
Allí tomaron conocimiento sobre una nueva tecnología para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos que posee varios puntos a favor como la producción de energía y que podría beneficiar a San Cristóbal y a la región.
El proceso se denomina “Pirólisis”, es autosustentable, tiene costos muy elevados y no incluye la quema de basura, de acuerdo con las leyes existentes.
El Ingeniero Borgogno que trabaja para diferentes empresas multinacionales y de Argentina explicó de qué se trata el proyecto y cómo funciona.
El tratamiento de la basura se desarrolla en una atmósfera exenta de oxígeno que genera un ambiente propicio para todo tipo de residuos domiciliarios. No necesita de la clasificación de residuos, porque los materiales orgánicos, el plástico, la madera y el cartón se colocan juntos, excepto el vidrio, el hierro y los restos de hormigón. “Se trata de un proyecto muy costoso, trabaja las veinticuatro horas y procesa veinticuatro toneladas por día. Lo bueno de la planta es que es autosustentable, ya que por cada tonelada que recicla está entregando energía de dos megavatios o doscientos litros de gasoil. El desperdicio serían trescientos litros de agua desmineralizada por tonelada que no sirve para consumo humano pero si para regar las calles”, detalló Sartín sobre el funcionamiento de estos equipos de origen ruso.
Según especificó el concejal, en San Cristóbal se producen alrededor de siete a ocho toneladas de basura diarias. Lo que permitiría que la planta sea utilizada en la cabecera departamental y en localidades vecinas, debido a que es móvil y se puede transportar con un camión. “La planta se puede ubicar en los viejos basurales para reciclar y sanear suelos, es totalmente productivo ya que generaría energía eléctrica que alimentaría a la ciudad. Los equipos son rusos y vienen financiados directamente de fábrica, no es necesario buscar créditos internacionales”.
Más allá de los beneficios, el costo de la planta ronda los U$S 24.000.000 (veinticuatro millones de dólares), una cifra sumamente elevada y desconcertante.
No hay dudas del adecuado funcionamiento del tratamiento de los residuos que está comprobado, pero la suma de dinero es altísima.
“Creo que sería alcanzable si este importe se integra en un proyecto anual como es el caso del proyecto provincial Girsu y sería conveniente integrar a varias localidades del departamento al proyecto. Hay que tener en cuenta la producción de gasoil o de energía eléctrica. Sabemos que hoy en día la basura es dinero, pero este proyecto es autosustentable y permitiría la incorporación de casi cuarenta personas a la planta para la preclasificación de los residuos”, argumentó Diego Sartín.
El encuentro con el Ingeniero fue correcto y se aclararon todas las dudas respecto al funcionamiento de esta planta que cuenta con el proceso Pirólisis y los presentes coincidieron en que es importante que todos se involucren en la problemática de la basura que tantos reclamos genera día a día y en el debate para una mejor calidad de vida en San Cristóbal.